jueves, 18 de mayo de 2017

Pequeño manual antipolución para ciclistas

¡Hola a todos! Hoy me gustaría hablar de cómo nos afecta la contaminación ambiental a los ciclistas urbanos. Vivir en la gran ciudad tiene muchas ventajas, pero también cosas asquerosas como las prisas, el estrés y el consecuente descenso en la calidad de vida de muchos ciudadanos, la contaminación acústica y ambiental, el sedentarismo y la falta de acceso a zonas verdes... en general, un estilo de vida demasiado rápido, procesado, estricto y en ocasiones deshumanizado. El habitante de las ciudades está fuertemente expuesto al estrés oxidativo, que sin meternos mucho en cosas científicas significa que nos deterioramos más rápidamente por una combinación de vida demasiado ajetreada y estar expuestos a contaminación ambiental. Sí, también la de las pantallas de todo tipo. Si eres oficinista clásico de ordenador y en tu tiempo libre estás todo el día pegado a dispositivos móviles, súmate 20 puntos en tu proceso de ir quedándote mustio. Y eso sin hablar de otros factores como el alcohol, las drogas o el tabaco.

No os cuento nada nuevo. Montando en bicicleta te quitas muchas de estas desventajas: haces ejercicio, controlas el estrés, en ciertas distancias y recorridos evitas atascos y ganas tiempo. Normalmente somos más proclives a pasar tiempo al aire libre, y tenemos menos tendencia a fumar.

Sin embargo, montar en bicicleta también nos expone más a los elementos, recibimos más insolación y más radiación UVB y UVA que otros ciudadanos (vale, sí, también sintetizamos más vitamina D XD), respiramos mucha guarrería de los tubos de escape de los vehículos a motor en momentos en los que estamos realizando ejercicio aeróbico, y sobre todo en estas fechas, tragamos polen como unos campeones. Que aunque no seas alérgico, llega un momento que la cantidad de polen depositada en ojos, fosas nasales, etc, puede llegar a afectar a cualquiera. En un post anterior, "El ciclista y la polución, ¿crónica de la impotencia?" estuvimos hablando de las mascarillas, que sin duda pueden ser un gran aliado de los ciclistas y que desgraciadamente cada vez se ven abocados a utilizar más ciudadanos de a pie con sensibilidad a la polución del aire que respiramos.

Además, hoy me gustaría hablar de otras estrategias sencillas para atenuar el estrés oxidativo de la vida en la ciudad:


Aquí, parte de mi arsenal...


- En primer lugar, la famosa "higiene de vida": hábitos saludables a todos los niveles, para que el cuerpo esté fuerte para resistir las duras condiciones a las que le sometemos: alimentación equilibrada rica en productos frescos, estando siempre presentes en esa selección las frutas y verduras crudas, y con poca cantidad de productos procesados, azúcares y grasas de mala calidad; ejercicio físico suave (eso ya lo hacemos); practicar el descanso y la reflexión de vez en cuando, sin hacer nada concreto o mediante la meditación, el mindfullness o lo que os parezca mejor; dormir las horas adecuadas y respetando unos horarios; hacernos los chequeos médicos preventivos que correspondan a nuestro grupo poblacional... en definitiva: cuidarnos y detenernos un poco a disfrutar de la vida. Y salir frecuentemente de la ciudad para cambiar el chip.

- Cubrir nuestra piel y/o utilizar protección solar. Ya he hablado de esto en anteriores posts, pero me gustaría actualizar la información para daros más pautas (luego ya os informáis más en profundidad): últimamente se está viendo que son preferibles los filtros físicos a los químicos, más dañinos porque penetran en la piel y organismo, y se está avanzando mucho en la formulación de protectores. Además, por influencia asiática, ya no sólo se indica el FPS con un número, también el PA con un determinado número de signos "+" (entre 1 y 3). Aquí os dejo un enlace de ejemplo. También hay gente en contra de usar protectores por motivos de salud, y que optan por tapar piel y controlar las exposiciones. Ahí lo dejo.

- Ante situaciones de oxidación excesiva podemos necesitar un aporte extra de antioxidantes, valga la redundancia. El más potente es la vitamina C, que podemos incorporar en forma de suplemento. A mi me gusta tomar una que viene con un extra de zinc, por el tema del sistema inmunitario ya que soy muy propensa a ponerme pachucha. (Se recomienda un máximo de 1 gramo diario de vitamina C, no os paséis, y consultad siempre a vuestro médico o farmacéutico). También podemos tomar alimentos específicos de gran poder antioxidante, como las bayas (un ejemplo: arándanos). Estos alimentos también pueden adquirirse en cápsulas, por ejemplo yo he tomado un tiempo un complemento a base de bayas de açai, que es como un súper arándano brasileño. Un buen ejemplo también es el té verde, que se puede consumir en infusión o en forma de polvo matcha.  Otro complemento que se está poniendo muy de moda es el magnesio en todas sus variantes, os invito a que leáis y os informéis sobre el asunto porque nos puede ayudar desde disminuir el cansancio y la fatiga, a llevar mejor nuestro ciclo menstrual, a envejecer en mejor forma.

- y por último, y ya con un propósito más estético y cosmético, quería comentar que también puedes aplicar la vitamina C en la piel, de manera tópica, en forma de crema o sérum que la incorpore en su fórmula. Es una muy buen opción para desintoxicar la piel y a la vez aportarle protección. Siempre de noche o acompañada de factor solar, ya que paradójicamente puede ser fotosensibilizante. Y por otra parte, contaros que desde hace bastantes años existen cosméticos que además de la protección solar bastante añaden a sus productos compuestos "anticontaminación ambiental". Es el caso de las cremas de la marca Clarins. Últimamente más marcas, como Garnier, se están sumando a esta tendencia, que como consumidor es bueno conocer y valorar si merece la pena. Y no olvidéis que los cosméticos, cuanto más naturales, mejor para vuestra piel y vuestra salud general. Y si hay que usar algo un poco químico, que sea la última capa.

Esto es todo por hoy, espero que algún consejo os sea de utilidad!! :-)))
saludos!!




jueves, 4 de mayo de 2017

Bella en bici: Irene hace ballet y va a trabajar en bicicleta en Madrid

¡Hola a todos! ¡¡Esta semana tenemos una nueva Bella en bici!! Es decir, una persona real, de carne y hueso, que comparte con nosotros su experiencia como ciclista urbana. Por si alguien sigue pensando que no existe tal cosa o somos pocos y raros. Además, en este caso Irene (@axeitamp en twitter) nos cuenta cosas interesantísimas sobre la combinación de la bicicleta con otras disciplinas físicas, en este caso, la danza. Espero que os guste tanto como a mí... Os dejo con ella.

Irene y su amada bici. Nótese su inteligente corte de pelo :-)


"De pequeña aprendí a pedalear sobre una BH roja, pero era tan torpe y delicadita que enseguida me cansé de caerme y de que los otros niños me adelantasen. Unos años más tarde, repipi como era, me encapriché con una bici verde con cestita. Me duró dos paseos, lo que tardó en pincharse una rueda. Ya de mayorcita me daba mucha envidia ver a cualquier tipo de ciclista, pero, mal asesorada, creía que por mis lesiones de rodilla y espalda, no podría subirme a una bicicleta.

Afortunadamente, hace poco más de cuatro años un amigo me dejó una bici de montaña y, a pesar de las caídas y los golpes (ya he dicho que soy muy torpe), me enganché, y ya nadie me pudo parar. Al poco tiempo ya iba en bici al trabajo, primero con una de montaña prestada, luego con la que me compré en Decartón, que me salió muy rana. Entre tantas idas y venidas a pedales conocí a mi pareja actual, un fanático de la bici que me dejó una Dahon maravillosa y, a veces, su BH del año de la polca, con las que me bregué aún más por las calles de Madrid, también me regaló una mtb para sustituir a mi decartona, que fue como pasar de un monopatín a un Ferrari.

Lo que me costó encontrar fue una bici urbana con cuadro de chica, de mi talla, con buenos componentes, lo más ligera posible y asequible. Soñaba con una de estilo clásico, pero todo lo que hay pesa tres quintales o la mecánica es de risa. Finalmente, el verano pasado, me hice con una Ghost Square que, si bien tiene algunos detalles mejorables y una estética un tanto deportiva, se ha convertido en mi joyita. Me gusta mucho eso de que “la mejor bicicleta para moverte por Madrid es esa que tienes en el trastero”, pero, a la hora de la verdad, si vas todos los días de Legazpi a Azca a trabajar, hay una diferencia abismal entre una plegable, una mtb y una urbana ligerita. Además, si luego añades el peso de los candados (porque los buenos, pesan…) y la ropa (entre lo que sudo y el pestazo a diésel, aprovecho y voy al gimnasio antes de ir a la ofi), ni te cuento…

Como anéctota, te diré que yo soy “calzadista” y mi chico “carrilbicista” (aunque va por calzada siempre), tenemos discusiones muy divertidas!! Al menos a los dos nos molestan por igual los cicleatones, los que no respetan los semáforos o los que van sin luces… somos bastante “haters” jaja!

Actualmente voy a trabajar todos los días en bici y también la uso para ir a la compra, al teatro o al museo (mi otra pasión es el ballet, pero también voy mucho a conciertos, museos...), cuando quedo para tomar unas cañas o para un simple paseo, es un vicio; y tengo dos retos: aprender algo de mecánica y, este verano, ¡hacer mi primer viaje en bici!"

- Practicas la danza como pasión, y la danza puede ser muy dura físicamente. ¿Crees que la bicicleta como medio de transporte es compatible con ella? ¿Has notado mejoras físicas en tu cuerpo al empezar a montar en bici?

Depende del tipo de danza, si hablamos de ballet clásico, que es mi base y mi pasión, nos enfrentamos a una disciplina muy exigente física y mentalmente si se practica a nivel profesional. Como medio de transporte (tranquilo) veo que se puede integrar perfectamente en la vida de una bailarina profesional. Otra cosa sería querer hacer ciclismo como deporte y luego bailar, ahí sí pueden surgir incompatibilidades por el diferente uso y desarrollo muscular y articular.

Personalmente, a mí la bici me ha ayudado a recuperar una lesión de rodilla, a aumentar mi capacidad aeróbica y a bajar de peso, lo cual me ha venido fenomenal para el ballet. Al mismo tiempo, en ballet se trabajan la coordinación y el equilibrio, lo que se nota a la hora de pedalear, y se estira mucho la musculatura, importante después de subir unas cuantas cuestas. Pero claro, yo sólo soy una aficionada ☹

Vas en bici por Madrid... ¿Crees que aprender a montar en bicicleta en Madrid, por la calzada y con las "dificultades" que conlleva, te da una base de ciclista urbano todoterreno?

Sí y no. Habituarte a andar entre coches, que van mucho más rápido, desarrolla tus reflejos, pero al mismo tiempo, te acostumbras a ir por un entorno en el que hay normas y, salvo algún energúmeno, que los hay en todas partes, todo es bastante predecible, por lo que me parece un entorno seguro. Tengo la experiencia casi contraria de moverme por Parma, en Italia, una ciudad a priori más fácil, pues es llana y mucha gente se mueve en bici, sin embargo, los carriles bici son criminales y por calzada debes ir pegado a la derecha, por lo que en vez de disfrutar del camino, tienes que ir pendiente de todo. Obviamente, cuanto más me muevo en bici por Madrid, mejor me desenvuelvo por otras ciudades o incluso en monte, pero creo que tiene más que ver con las horas que se echan sobre la bicicleta que con las “dificultades” de ir entre el tráfico. 

¿Cómo suele terminar en casa el debate calzada vs. carril bici? ¿Llegáis a puntos de encuentro?

Jajaja! Mi chico, ciclista de toda la vida y cicloturista hasta la médula, es de los de “carriles bici sí, pero no de esos…”. Normalmente lo zanjamos en el punto común de que “hay que quitar los coches de la ciudad, pero nadie se va a atrever a hacerlo”.

- ¿Consideras que tienes un estilo definido para ir en bici por Madrid?

Siempre he sido muy práctica para la ropa, no me gusta llevar cosas que limiten mis movimientos, así que el hecho de ir en bici no ha condicionado mi armario. Lo que nunca falla es la mascarilla o, si hace sol o ahora con las plagas de mosquitos y el polen, gafas fotocromáticas.

Cuando voy a trabajar me disfrazo de “lycrawoman”, pues antes de entrar paso por el gimnasio, así soluciono el problema del sudor y la peste a diésel y hago el entrenamiento sin el que no puedo vivir. A la vuelta voy con la ropa que llevo a la oficina, que suelen ser vestidos. Salvo que vaya a hacer un trayecto corto cuesta abajo, nunca me pongo el abrigo, como mucho, en invierno, un jersey, y por supuesto guantes y gorro. Los findes suelo ponerme vaqueros y camisetas. Y el abrigo, ¡en las alforjas!

- Háblanos de tu proyecto de viaje cicloturista para este verano. En qué medios te estás informando para realizarlo, qué zonas barajas, cuántos días... un poco tus planes :-)

Como es mi primer viaje en bici, no sé cómo va a responder mi cuerpo (tengo unas cuantas lesiones), pues no es lo mismo pedalear un rato por ciudad o unas horas por monte, que estar varios días seguidos y con alforjas, así que estamos buscando rutas fáciles para hacer con la bici urbana, pues es menos exigente que la mtb. Para huir del calor la idea era ir por Francia o Alemania, pero se nos disparaba el precio en alojamiento, así que finalmente nos hemos decidido por la costa de Lugo, y quizá algo de Coruña o Asturias.


Salvando los caminos de Santiago, no hemos encontrado mucha información, así que la vamos a hacer nosotros estudiando los mapas de carreteras. Queremos estar unos 8-9 días. Se admiten sugerencias!


¡¡Ya habéis oído gente!! ¡¡Una ayudita con ese viaje cicloturista!! vía twitter a Irene y/o vía comentarios en el blog, para que los aprovechen otros lectores posteriores...
Hasta siempre Irene, y muchísimas gracias por aportar tu granito de arena en la visibilización y normalización del colectivo ciclista urbano :-)
Hasta la próxima!!

jueves, 20 de abril de 2017

Bodas sostenibles en bici

Hola ciclistas! Hoy quiero hablar de un tema poco habitual, que es el de las bodas. La boda es probablemente una de las celebraciones en las que más dinero se gasta (o incluso podríamos decir se derrocha) en la vida de muchas personas. La gente por lo visto se gasta muchos miles de euros. Hay parejas que no se casan en años para ahorrar el dinero suficiente... Durante toda mi vida cuando oía hablar de bodas, lo normal eran frases como "reserva con dos años de antelación", "cubiertos a 150 euros", "200 invitados", etc. La verdad es que esto siempre me ha impresionado bastante. Y lo peor es que no sólo estamos hablando de recursos económicos, también se despilfarran recursos naturales. Cuando yo me casé, hice algo totalmente diferente: menos de 20 personas, en una junta de distrito municipal, a la que fuimos caminando, casados por un funcionario civil, mínimo gasto en vestuario, fotos hechas por un familiar en un parque, luna de miel en nuestro mismo país... para mi fue un acontecimiento muy emocionante a pesar de estar desprovista bastantes lujos o accesorios. En realidad, sólo éramos necesarios mi pareja, yo, y nuestros más allegados. En aquel momento (2008) nosotros ya estábamos concienciados con la sostenibilidad y la simplicidad, así que todo tuvo bastante sentido.

Esto podría ser tu boda. Imagen vía Pinterest


Últimamente cada vez más y más gente toma conciencia de estos temas en todos los acontecimientos de su vida, e incluso hay parejas que consiguen realizar una boda "tradicional" (con muchos invitados, convite, etc.) pero a la vez bastante sostenible. Para gustos los colores, por supuesto, no soy nadie para decirle a los demás como organizar algo tan personal como un enlace, ya sea civil o religioso... Pero si estás buscando inspiración para una boda más sostenible, ¡quizá te interese leer estos consejos!

- Considera vestir de diario, con algo que te sientas cómodo y elegante. Otra opción es comprar indumentaria un poco especial, pero que te vaya a servir para otras ocasiones (laborales, sociales...) en las que tengas que vestir algo mejor. Ropa que vayas a reutilizar. En mi caso yo compré un vestido blanco y crema de Sita Murt por 120 euros, y mi marido llevó vaqueros y camiseta. Aquel vestido sigue en mi armario y me lo pongo. Otras parejas alquilan la ropa, la compran o la venden de segunda mano, reutilizan ropa de sus padres, les prestan un vestido... hay muchas posibilidades, sin olvidar la de adquirir moda sostenible.

- Los banquetes son innecesarios. Yo no tuve, por ejemplo. Fuimos a tomar algo con los asistentes, y semanas después salimos a cenar con los testigos y sus parejas, una cena de seis, para agradecerles su papel. Si aún así te animas a celebrar banquete o similares, hay muchas opciones para hacerlo más sostenible, como usar un cátering ecológico, servir comida Km0, hacerlo con opciones vegetarianas, disminuir la cantidad de comida haciendo un buffet en lugar de un menú de varios platos... buscad aquello con lo que os sintáis identificados.

- El lugar de celebración suele ser lo más caro cuando quieres casarte en el mismo lugar donde después celebres el convite. A mí esto ni se me pasó por la cabeza, pero si en tu caso te apetece, considera opciones rurales, casas de retiro, fincas de amigos o familiares... y llévate allí a quien os vaya a casar. Así los invitados sólo se mueven una vez.

- Evita en la medida de lo posible el desplazamiento de los invitados con medios contaminantes. Si tu boda es urbana, puedes invitarles a acudir caminando, en bicicleta o transporte público. Si se tienen que desplazar y hay quien no tiene coche, dispón transportes sostenibles en la medida de lo posible: que sea fácil llegar en tren, o pon un autobús para este tipo de invitados (entre los que me incluyo XD).

- Haz una entrada o una salida triunfal de la ceremonia usando una bicicleta tuneada, un tándem, una bici cargo... en la que lleguéis juntos o por separado. Integra la bici en los retratos que os hagáis, pero por favor, sólo si realmente montáis en bici, el postureo queda fatal.

- Envía invitaciones digitales. Haz una web con código, un grupo privado de facebook... lo que se te ocurra.

- Di no a los regalitos para los invitados, no metas objetos no deseados en sus vidas. Si lo haces, que sean útiles: aceite o vino D.O. de la zona donde os caséis, jabones ecológicos, ya te haces una idea.

- Organiza un viaje de novios más ecológico: sin usar avión, sin ir a países en los que haya situaciones sociales o políticas que no apoyes por conciencia, en tren, en autocaravana alquilada, de cámping, de casa rural ecológica (yurtas, casas en árbol respetuosas con el medio ambiente...) y por supuesto, puedes organizar un viaje de novios cicloturista. Con eso ganas puntos :-)

- Ya que te has comprometido con tu pareja, ¡aprovecha para trazar algunos compromisos vitales de futuro en vuestras vidas, para hacerlas más ecológicas!

Si queréis curiosear en mi álbum de pinterest sobre bodas ciclistas...




¿Queréis compartir conmigo vuestras ideas sobre el tema? Me encantaría leer vuestra opinión :-)
¡hasta pronto!


jueves, 6 de abril de 2017

Profesiones en bici: ayer y hoy.

Hola ciclistas! ¿Os imagináis trabajar mientras montáis en bicicleta? ¿Que toda vuestra jornada cotidiana estuviese directamente ligada con el hecho de montar en bicicleta varios kilómetros diarios? Quizá estás ya soñando con salir de tu oficina y pasar el día con el sol sobre tu piel, haciendo ejercicio saludable y siendo feliz. Pero no nos adelantemos! Hoy rendimos homenaje a todas aquellas profesiones que alguna vez se llevaron a cabo sobre dos ruedas. Y es que la bicicleta, ya lo hemos dicho muchas veces, fue toda una revolución para el hombre del siglo XIX, para su movilidad y su concepto de las distancias y del espacio urbano y rural. 

Hay una carta para tí...


La bicicleta permitió a los médicos visitar a más pacientes; acercó las cartas a sus destinatarios; facilitó el reparto de bienes básicos desde las granjas, como leche, huevos o pan; aumentó el número de niños que acudían a la escuela. Muchas profesiones se vieron beneficiadas por el uso del nuevo medio de transporte, mucho más económico que tener un carro tirado por tracción animal o que desplazarse a caballo, por no hablar de los posteriores automóviles. También se beneficiaban los ciudadanos clientes de estos servicios. Y cualquier persona podía hacer uso de su preciada bicicleta para acudir a su trabajo, cualquiera que este fuese.

Sí, cerveza

Las bicicletas también entretuvieron a la gente en espectáculos circenses, en los que equilibristas y acróbatas demostraban sus capacidades físicas para asombro de los presentes. Animaron las competiciones deportivas, el ocio y el tiempo libre de los hombres y las mujeres, desde su invención hasta por supuesto la actualidad.

Las bicicletas permitieron a las fuerzas civiles y militares un rápido desplazamiento e intervención, tanto en paz como en guerra. En este último caso, salvaron muchas vidas de heridos, mejorando su evacuación o el acceso del personal y los suministros médicos. Disminuyeron los tiempos de llegada de los bomberos a los incendios en una época en la que un incendio urbano podía ser una auténtica catástrofe (recordemos el incendio de Boston). Lo mismo para las fuerzas policiales.

Por todo este progreso al servicio de la sociedad, nuestro más sincero homenaje a la bicicleta.

¿Y ahora? Muchas profesiones siguen desarrollándose sobre las dos ruedas, y no sólo la del ciclista profesional esponsorizado: cuerpos policiales de todo el mundo la utilizan. En Madrid, sin ir más lejos, la policía local (alguno de sus ciclistas me ha echado más de un cable) y diversos empleados que vigilan parques y jardines de interés histórico-artístico. Desde aquí felicitamos a las administraciones implicadas con el uso de la bicicleta.

Pero sin duda la profesión actual que mayor visibilidad tiene en nuestras ciudades actuales es la de bicimensajero. Por supuesto hay varios tipos, desde las empresas de mensajería ecológica, al reparto más o menos pautado de alimentos de producción ecológica, pasando por aquellos que reparten comida y otros servicios a domicilio. Estos profesionales realizan a diario un enorme esfuerzo físico, al enfrentarse al tráfico y al asfalto siempre contrarreloj, para que tu envío esté en su destino en el tiempo establecido, o para que tu comida llegue caliente y a la hora. La peligrosidad es alta precisamente en ciertos servicios en los que la prisa y la nocturnidad (o la madrugada, que también), que reduce la visibilidad de estos trabajadores, entran en juego. En ocasiones se les echa en cara ir por la acera, incluso con sus bicis cargo, o llevar a cabo conductas de riesgo a la hora de conducir. Detrás de esto también hay un trasfondo en el que a veces las condiciones laborales no son las más adecuadas: temporalidad, riesgo, presión, sueldo bajo. ¿Lo habías pensado alguna vez al pedir tu sushi un viernes noche?

Por eso desde aquí, también un homenaje a los bicimensajeros, y una petición a las empresas: cuidadlos bien, porque hacen una excelente labor reduciendo emisiones y tiempos de entrega. Se merecen ser valorados.

Esto es todo por esta semana! Hasta pronto!

jueves, 23 de marzo de 2017

Bellos en bici: Rubén pedalea por la Línea de la Concepción (Cádiz)

Hola amigos! Esta semana volvemos a la carga con los testimonios de ciclistas reales y de carne y hueso que pedalean por ahí, en este caso, un nuevo "Bello en bici", Rubén, que amablemente se ofreció vía twitter ante mi llamamiento. Gracias, Ruben!! Sin más os dejo con su auto-presentación y con su pequeña entrevista:

"Me llamo Rubén y vivo en La Línea de la Concepción (Cádiz), tengo 43 años y desde hace cinco voy en bici al trabajo. Aunque siempre me han gustado las bicicletas y desde niño he tenido de diferentes tipos (BMX, paseo, MTB, carretera), fue en el 2012 cuando me dio por construirme una fixie para probar eso que se estaba poniendo de moda. La traje una vez a la oficina y desde aquel día no volví a coger el ciclomotor que había venido usando hasta entonces.

Mi ciudad está al lado de Gibraltar, y el cruce diario de los trabajadores fronterizos (con los problemas de movilidad que esto conlleva) hace que el número de desplazamientos en bicicleta sea muy superior a cualquier otro pueblo de su tamaño.

Dejando a un lado mi amor al ciclismo como deporte, intento convencer a los que me rodean de las ventajas de la bici como medio de transporte: esa es mi forma de activismo, aunque para algunos seguramente sea un “pesao de las bicicletas”. 
Mis mayores éxitos hasta la fecha han sido enseñar a mi mujer y a mis dos hijas a pedalear, y luego pasear y hacer recados con ellas en bici. 

Desde el año pasado colaboro ocasionalmente con el Laboratorio Urbano de la Bicicleta (LUB).
Mi cuenta en twitter: @PepeLeMico"

- ¿podrías hacernos una valoración comparativa entre ir en moto e ir en bici? ¿Crees que tu estado físico y tu salud han mejorado al cambiar?

El primer día ya me di cuenta de que en bici tardaba sólo unos minutos más, porque aunque la velocidad punta de la moto sea mayor, la distancia relativamente corta (unos 5 km) y el tráfico tan denso no dan mucha ventaja a los motoristas.
En cuanto a la salud y la forma física el cambio es muy notable. El primer año perdí bastante pesodesde entonces me mantengo ahí, también mejoró mi espalda y puedo contar con una mano las veces que he estado enfermo en los últimos años.

Aquí nuestro protagonista, autor también de todas las fotos :-)

 - ¿Consideras que tienes un estilo como ciclista? ¿Qué tipo de ropa y accesorios sueles usar a diario?

Me gustan algunas cosillas como las gorras de ciclismo o la bolsa messenger, las encuentro prácticas y bonitas, pero mi estilo es el mismo en bici y a pie. Esto es importante para animar a la gente que aún no se ha lanzado: no hace falta llevar maillot para ir al trabajo, al centro o al supermercado de la esquina. Quizá, y dependiendo del tipo de bicicleta que tengas, un abrigo largo no sea la mejor opción, pero en general no es necesario vestirse de manera especial para usar la bici.
Si algún día voy más formal, los zapatos o las botas me van igual de bien que las zapatillas de deporte.
Lo que sí recomiendo es elegir prendas que te hagan más visible, sobre todo en invierno: además de las luces, si tienes una chaqueta clara y otra oscura, mejor ponte la clara si vas a volver de noche.

Ya luego el fin de semana, cuando puedo salir a carretera voy con todo el pack: maillot, culotte, manguitos, etc. pero el ciclismo deportivo es otra cosa.

- ¿Has circulado en bici por alguna otra ciudad española? ¿Qué opinas del sistema público de bicicletas de Viena? ¿Podemos aprender algo en España de cómo circulan los vieneses, o te gusta más el estilo de aquí?

En España no mucho, la verdad. Cuando voy a Sevilla siempre me quedo con las ganas, pero un defecto del Sevici es que el abono mínimo está pensado para visitas turísticas de hasta una semana, es muy caro para usarlo sólo unas horas.

Hace poco mi mujer y yo alquilamos un tándem en Ámsterdam, que fue una experiencia muy divertida, pero lo que más conozco es Viena, porque voy a menudo allí por trabajo y soy usuario del sistema público. Allí se llama Citybike, funciona de maravilla y no puedo estar más contento. A menos que haga muy mal tiempo, siempre es mi primera opción para moverme por la ciudad, por delante de metro, tranvía o autobús.
En cuanto a la manera de circular me sorprende que aun habiendo muchísimos kilómetros de carril bici segregado, en aquellos tramos en los que se comparte calzada no he visto ni sufrido situaciones de acoso por parte de los conductores, lo que me hace pensar que están bastante acostumbrados a convivir con ciclistas.

la cosa pública

 - ¿Nos puedes dar algunos consejos para enseñar a montar en bici a adultos y a niños?

El primero, intentar dejar el miedo en casa. Hay que ir con cabeza y respeto porque es un vehículo, pero la bici en sí no es peligrosa.
Y luego mirar hacia delante, nunca hacia abajo; antes de salir al tráfico practicar los giros, la frenada y aprender las reglas básicas de circulación.
Los aparcamientos de los centros comerciales son buenos sitios para aprender los domingos cuando están vacíos, y con las marcas del suelo puedes preparar tu propio circuito de prácticas.

- Con LUB has dado el paso hacia un activismo más visible. ¿Cuales son las mayores satisfacciones derivadas de colaborar para tu comunidad? ¿Lo recomiendas?

Mi pequeña experiencia al colaborar con una asociación que promueve el uso de la bicicleta ha sido muy gratificante. El simple hecho de conocer otras personas que comparten preocupaciones y hacen cosas por mejorar la vida en la ciudad donde vives es muy alentador. Además este sito es muy peculiar, aquí ves más bicis por la mañana que en ningún otro sitio, y viene pasando desde hace un siglo. De hecho, el monumento al trabajador fronterizo que hay en la frontera lleva una bicicleta. Es el medio de transporte ideal en un lugar donde no hay cuestas, casi siempre hace buen tiempo y el tráfico de coches ha llegado a un extremo insostenible. Y luego está el paso del aeropuerto, que es algo curiosísimo… igual que en tu puedes esperar con el semáforo en rojo a que pase un autobús o quizá un tren, aquí varias veces al día hay que parar para que despegue o aterrice un avión.

esperando por ese avió

 
Pero por alguna razón, cuando la gente vuelve a casa por la tarde deja la bici y se empieza a mover de nuevo en coche, quejándose de la falta de aparcamiento y de los baches que hay en las calles. Eso podría invertirse, las bicis están ahí, sólo hay que sacarlas a la calle y usarlas más.

Sin duda me ha encantado la contribución de Rubén y sus reflexiones, tan acertadas, muchísimas gracias!
Ya sabéis, si sois ciclistas urbanos y pensáis que vuestra experiencia puede ser de interés para ciclistas (noveles o no), contactad conmigo.
Hasta la próxima!

jueves, 9 de marzo de 2017

Como elegir abrigo para ir en bicicleta

Hola amigos! Hoy volvemos con unos consejos sobre indumentaria que espero que os sean de utilidad sobre todo a los que estáis empezando a ir en bici por la ciudad o para aquellos que sentís que algo falla en la adaptación de vuestro abrigo a la vida ciclista urbana. Es normal que cuando comienzas a montar en bicicleta uses la ropa que ya tenías, no hace falta que empieces a comprarte un montón de ropa nueva. Según tengas que ir sustituyendo prendas en tu armario, ya irás adquiriendo cosas que se adapten más a tu nueva vida ciclista. Una cosa esencial de tu equipo son los abrigos, ya que soportarás condiciones meteorológicas muy diversas: sol, viento, lluvia, nieve, frío, calor... y todo eso mientras pedaleas y prestas atención al tráfico. No necesitas llevar un estilo deportivo si no te gusta, es posible ir en bicicleta por la ciudad con un abrigo "de vestir" que se adapte al resto de tu indumentaria y sin sufrir en el intento. Y si el estilo deportivo es lo tuyo, adelante, lo tendrás mucho más fácil.

Esta chica ya conoce muchos secretos de montar en bici...
imagen vía Pinterest

No me voy a detener aquí en condiciones muy extremas, y ya dedicaremos un post específico a la lluvia más adelante... pero hay ciertos básicos a tener en cuenta:

- Los abrigos de corte ancho, que no tengan la sisa (zona de las axilas) ni la espalda muy estrecha son tus aliados, porque se adaptan a la postura inclinada hacia adelante y con los brazos extendidos. Pruébate un abrigo (tuyo o de la tienda) y reproduce esta postura como si te sentases en el aire y agarrases un manillar alejado. Si el forro interior cruje o protesta, si la tela tira o los botones amenazan con estallar, este abrigo no te va a resultar cómodo en bici. Resérvalo para otras ocasiones o no te lo compres si era tu gran inversión para diario y también piensas usar la bici de forma cotidiana. Huye de los abrigos demasiado estrechos o entallados, y pásate al corte recto y ancho, a la manga francesa (con guantes) o normal, y elige la longitud por encima de la rodilla. Ganarás en comodidad y también en estilo.
- No subestimes el poder de una capa. Sobre esto ya he escrito antes, os dejo aquí el enlace. Son bonitas, estilosas, nunca cogen olor a sudor en las axilas porque no las tienen, pueden ser impermeables también, rara vez tendrás que lavarlas... son fantásticas. Al elegirla recuerda que no tenga mucho vuelo o parecerás un cometa. Si ya la tienes, adáptala.
- Precisamente por el tema del sudor, elige telas transpirables. No quieres condensación dentro de tu abrigo, y llegar totalmente empapado a trabajar. NO. Ni siquiera cuando llueva: hay ropa impermeable que también es transpirable, como el gore-tex. Pero bueno eso ya va en gustos y presupuestos, y ya hablaremos más adelante de la lluvia... :-)
- También debes elegir telas un pelín resistentes a los enganchones y al rozamiento, ya que las que sean algo delicadas podrán sufrir algún accidente mientras sacas la bici de casa, la candas, te pones el bolso bandolera y otras acciones que repetirás muy a menudo.
- Además del corte recto y ancho, tipo saco (Balenciaga estaría muy orgulloso de nosotros), otro corte muy práctico para ir en bicicleta es el abrigo con manga murciélago, es decir, sin sisas, con una curva ancha que va de la cintura a la manga. Es estupendo porque nunca te agobiará, sudarás menos y cogerá menos olor.
- Las gabardinas entalladas molan un montón. Quedan muy bien, son ligeras y a la vez abrigan, pueden llevarlas abiertas o cerradas... Pero prepárate para lavarlas cada una-dos semanas. Y mucho cuidado con el cinturón suelto, peligro de enganche en tu rueda trasera.
- Elige abrigos que puedan lavarse fácilmente. A más apretado el abrigo, más se ensuciará en la zona de las axilas y deberás lavarlo cada cierto tiempo. Valora que lo puedas lavar en la lavadora, aunque sea en programas especiales, o cada cuánto tiempo tendrás que llevarlo a la lavandería, opción que no es la favorita de mucha gente como yo. Una opción casera de emergencia para eliminar el olor del forro interior de un abrigo sin lavarlo es cepillarlo/frotarlo con un paño humedecido en agua y jabón, como si lo lavases sin sumergirlo. Aclarar con varias pasadas de paño humedecido en agua limpia, secar colgado al aire. Otro truco muy bueno es darle golpes de vapor caliente con la plancha por el interior de las zonas afectadas. He probado ambos y funcionan, pero también tendrás que lavar alguna vez, tenlo en cuenta.
- Además, nunca, nunca, te abrigues más de la cuenta. Esto es un error que yo todavía cometo de vez en cuando, me fallan los cálculos. Conviene que tengas bien identificados tus abrigos diferenciando entre frío, temperaturas medias, y calor. Los de frío los usarás a la ida y a la vuelta, los otros dos quizá te sobren a la vuelta... ¿donde te los guardarás? Recuerda que puedes quitar y poner capas intermedias para modificar la estación en la que usas cada abrigo y para aligerar su calor a la vuelta a casa en esa soleada tarde de primavera.

Si sigues estos consejos tus abrigos pasarán el bici-test sin problemas. Por último, deciros que el abrigo es lo que más se ve en vuestro atuendo ciclista después de la propia bicicleta. Si sois coquetos u os gusta vestir bien, y empezáis a montar en bici, os encantará lucir abrigos bonitos o representativos de vuestra personalidad. Podrás llevar colores atrevidos como el rosa, el amarillo, el naranja o el rojo, que además aumentan tu visibilidad en el tráfico, y disfrutar de estampados originales, como lunares, rayas, cuadros o flores. ¿Porqué no? Y todo eso sin descuidar el aspecto práctico!!

Hasta la próxima amigos! :-))