lunes, 31 de marzo de 2014

Bento bike: recetas de primavera

Hace unas semanas hablamos de cómo transportar nuestra comida en bici, ya fuera para ir a trabajar, para una excursión, o incluso para un viaje. Aquí están las prometidas recetas, en este caso, adaptadas a la primavera. Cada persona tiene unas costumbres, cultura, necesidades, e incluso convicciones alimentarias. Unos desayunan muy fuerte y comen ligero, otros necesitan hacer una gran comida de tres platos a mediodía. Algunas personas están a dieta, otras son vegetarianas, otras tienen alguna intolerancia o una alergia. Obviamente no podemos aquí abarcar todo, y si me lees desde algún país alejado en distancia y cultura, seguro que algunos platos o ingredientes te resultarán raros. Mi objetivo no es abarcar todas las posibilidades culinarias, sólo dar unas ideas y unas sencillas recetas. Espero que os gusten.

Lo principal es calcular cuándo vas a comer, y cuándo vas a volver a coger tu bicicleta y ponerte a pedalear otra vez. Si haces una comida demasiado pesada o grasienta, y coges la bici inmediatamente, es muy probable que no te siente demasiado bien. Piensa que tu cuerpo está gastando energía en hacer la digestión, en ese momento. Así que intenta dejar una hora, por ejemplo, desde que comas a volver a subierte a tu bici. Una buena idea es tomar después de comer una infusión o un café, una bebida que aporte calorcito al estómago. Otra idea a tener en cuenta es incluir carbohidratos en la comida: arroz, pasta, patatas, cereales en cualquier formato (cus-cus, sémolas, granos enteros, pan, harinas, etc.). Esto te aportará la energía necesaria para afrontar tu nueva sesión de pedaleo. Combina los carbohidratos con proteínas de tu elección y verduras y fruta, y ya tienes tu comida hecha. Usa ingredientes de temporada, y recuerda: comer comida casera cada día no tiene precio, y no tendrás que invertir demasiado tiempo en prepararlas, te lo garantizo.

Vamos con unas propuestas de menú, todas rápidas de preparar y fáciles de llevar:

Risi e bisi tradicional italiano. Imagen vía http://www.gardaconcierge.com/ricette-tipiche-risi-bisi/ 

- Risotto de arroz con guisantes frescos. Combinar legumbre y cereal es siempre una opción estupenda. ¡Y los guisantes están ahora en su mejor momento! Prepara un arroz cremoso haciendo primero un sofrito suave de ajo y cebolla, añade agua o caldo, un poco de mantequilla, un trocito de parmesano si te apetece, arroz redondo y guisantes tiernos. Esta receta es muy habitual en ciertas zonas del norte de Italia. Esta es una receta vegetariana, pero si quieres algo de carne involucrada, prueba a añadir un poco de jamón curado al sofrito del principio, o a usar caldo de pollo. Pero recuerda que la receta ya lleva legumbre y lácteos, en realidad no lo necesita.

- Cus-cús con pollo/setas y verduras. Saltea verduras de temporada en una sartén a fuego fuerte, con aceite de oliva: cebolla, calabacín, pimientos, mejor si son de varios colores. Añade pechuga de pollo o unas buenas setas shiitake o de cardo en caso de que prefieras la opción vegetariana, y saltea con el fuego fuerte, añadiendo sal, y los condimentos de tu elección, desde cúrcuma en polvo a perejil fresco, lo que te apetezca. El cus-cus se hace solo mientras tanto, lo pones en un recipiente y añades agua hirviendo según las instrucciones del paquete, un poco de aceite, y dejar reposar tapado unos minutos. Añade un poco de sal y unas pasas para enriquecerlo un poco más si quieres. ¡Listo en 10 minutos! También puedes hacer esta receta con trigo bulgur, riquísimo.

- Curry de verduras. En una cacerola profunda añade aceite y una cucharada de pasta de curry tailandés, rojo, verde o amarillo, el que más te guste. sofríe y añade una lata de leche de coco. Añade verduras de tu elección: zanahoria, patata, coliflor o brócoli, berenjena... tapa y deja que se cocine en su propio jugo, a fuego medio-bajo. Es un plato muy contundente y picante, pero ligero y saciante, y las crucíferas son muy sanas. Puedes rebajar el picante añadiendo un yogur natural, o añadirle tofu, queso o carne. También queda estupendo con huevos duros partidos por la mitad, y también puedes acompañarlo con algo de pan, aunque ya lleva patata. Cuidado, ¡este es el plato más caldoso de los que propongo! tenlo en cuenta a la hora de envasarlo para llevarlo en tu bici.

- Pasta bolognesa. Que sería de una comida ciclista sin pasta, ¿verdad?. Esta es mi propuesta más clásica. Elige la pasta que más te guste y combina con una bolognesa casera. Será muy osado dar una receta de esta famosa salsa, pero bueno, así la hago yo y soy consciente de que habrá otras formas de hacerla. Como base, un sofrito de cebolla, ajo, zanahoria y apio, añadimos tomates de rama o pera (yo los añado sin pelar, cortados en cuartos), una hoja de laurel, sal, azúcar, y perejil fresco, y lo dejamos hacer mínimo 20 minutos.  Por último añadimos carne picada de ternera o mezcla ternera y cerdo, previamente sofrita. Mezclamos, dejamos que se unan los sabores, y listo. Receta de salsa muy apta para congelar, lo que compensa que sea la que más tiempo requiere para hacerse, una media hora. Para vegetarianos, sustituir la carne por soja texturizada o por berenjena, queda igualmente muy rico.

Y vosotros, ¿que recetillas manejais ahora en primavera? ¿Os animais a probar alguna de las que os propongo? ¡Buen inicio de semana!

jueves, 27 de marzo de 2014

B(ellos) en bici: Alberto Morencos pedalea en traje



Estrenamos la versión masculina de Bellas en bici con un simpátivo voluntario, en este caso un ciclista que va en en traje. Me parece muy interesante hacerle unas preguntas para que los indecisos con traje se animen. Alberto (@amorencos) tiene 27 años, es madrileño y ha vivido siempre en Madrid, excepto un año en Gante (Bélgica) de Erasmus, lo que tiene gran parte de la "culpa" de que ahora en Madrid se mueva en bici a todas partes. Tiene una BH London del 2013 que bautizó como Juanita, que tiene 3 platos y 7 piñones, de sobra para moverse en cualquier situación por una ciudad como Madrid. Una bici urbana, con transportín, guardabarros y cubrecadenas (para mancharse lo mínimo), pero a la vez versátil. Os dejo con Alberto, que os cuente cómo es su experiencia:
Alberto y Juanita, un gran equipo

1- ¿Cuánto tiempo llevas yendo a trabajar en bici llevando traje?
Llevo yendo a trabajar en bici desde el pasado mes de diciembre. Ya desde la vuelta de verano estuve mirando seriamente la posibilidad de comprarme una bici para ir al trabajo con ella. Pero van pasando las semanas y nada... Creo que el día que eché cuentas del dineral que me estaba dejando en Metrobuses y/o Abono Transporte para apenas 2 paradas de metro y alguna más de bus, fue el día que definitivamente decidí que tenía que tener una bici urgentemente. A trabajar en traje siempre. Es obligatorio en esta empresa y todo el mundo lo debe llevar siempre de lunes a viernes. La ruta que hago ahora mismo es Plaza de Castilla a Torre Picasso. No es una distancia muy grande (según Endomondo son unos 3 kms y tardo unos 9-10 minutos de puerta a puerta al ir y unos 13-14 al volver; respetando siempre todos los semáforos!), pero la hago 4 veces al día (dado que voy a casa a comer). Lo bueno de la ruta es que la ida es toda cuesta abajo, con lo que me permite no llegar con sudor y mucho más rápido que en bus o metro (y gratis!).

2- ¿Usas los mismos trajes que antes o has tenido que cambiar algo de talla para facilitarte los movimientos? ¿Tienes algún traje especial para ciclistas o son los de siempre?
Sigo usando los mismos trajes de siempre. La verdad es que desde el primer momento me sorprendió lo cómodo que es ir con el traje. No sé si es que estoy tan acostumbrado a llevar traje después de 5 años llevándolo o que de verdad es cómodo ir en bici con él. A la hora de comprar la bici tuve claro que quería una que tuviera guardabarros y cubrecadenas. Por dos razones. Una cuestión estética (me gustan mucho más las bicis que los llevan) y por temas de evitar ensuciarme el traje con la cadena o si salta algo de barro desde la rueda. Por ahora están funcionando a la perfección.
Si que he tenido algún susto con el traje a la hora de emprender la marcha en algún semáforo, puesto que de vez en cuando se me ha quedado enganchado el bajo del pantalón a la biela del pedal. Trato de llevar cuidado con eso. De hecho me compre en Decathlon unas pequeñas pinzas sujeta-pantalones reflectantes para evitarlo, pero no me acabo de ver con ellas puestas, así que he dejado de usarlas

También ha sido muy importante la compra de unos buenos cubre pantalones (con cubrezapatos incluido) y un buen chubasquero para los días de lluvia. Tenía claro que si en países donde saben de bici (Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, etc.) la vida en bici continua a pesar de la lluvia y la nieve, para mi tenía que ser lo mismo. La verdad es que estoy muy contento con la compra. Llego al trabajo absolutamente seco por mucho que llueva.

3- ¿Te resulta incómodo o pedaleas igual que si llevaras otro tipo de ropa (vaqueros, chinos, etc.)?
Esta pregunta ya está un poco contestada atrás... Pero si que es cierto que cuando voy en bici durante el fin de semana (con vaqueros por ejemplo), me siento más incomodo que cuando voy con el traje. Debe ser porque estoy más acostumbrado a ir con el traje. Pero de hecho, el bajo del pantalón de los vaqueros, se me suele enganchar más en las bielas del pedal que el del traje.
Ahora con la llegada del calor, lo que más estorba sobre la bici es la chaqueta del traje. Así que procuro dejarla en la oficina y volverme sin ella (solamente con un abrigo fino encima de la camisa para el frio de la mañana).

4- ¿Cómo llevas el tema del sudor y lo compatibilizas con las exigencias de lavado de los trajes, que suelen necesitar ir a la tintorería?
La verdad es que por ahora el sudor me está respetando. No soy una persona que sude mucho al hacer ejercicio (casi diría que sudo más en la oficina en momentos de estres que por el calor). Por las mañanas todavía no tengo problema, porque la temperatura sigue siendo bastante fresca y al ser cuesta abajo no me da tiempo a sudar. Para la vuelta al medio dio o por la tarde que es cuesta arriba, procuro llevar abierto el abrigo para irme refrescando, pero sobre todo y que creo que es lo más importante, llevar un ritmo de pedaleo más suave que te haga ir cómodo y que haga que no sudes. 
Ahora mismo tengo 4 trajes y el hecho de ir a trabajar en bicicleta no han cambiado en absoluto la rutina de lavados de los mismos. La camisa del día acaba en la lavadora siempre y los trajes planchado los fines de semana. Los llevo a la tintorería de vez en cuando (cada dos-tres meses o así llevo alguno). Pero no es fijo. En función de si los veo que necesitan ponerse en manos de la gente de la tintorería o si no.

5- ¿Qué le dirías a un hombre que tenga que ir de traje al trabajo y por ello no se atreva a ir en bicicleta por su ciudad? 
Le diría que se atreva! Que lo pruebe. Que es mucho más cómodo de lo que parece. Que no va a destrozar los trajes como pueda pensar a priori. Que va a llegar de muchísimo mejor humor a la oficina, mucho más rápido que en coche. Va a poder aparcar, generalmente en la puerta sin tener que buscar para aparcar ni tener que ir apretujado en el transporte público (que ahí si que se suda y no montando en bici...). Además, cuando voy con el traje en la bici siento que los coches me respetan más. :) 
 En función de las necesidades o problemas de cada uno, también es cómodo ir sin la corbata puesta y ponérsela al llegar, o llevar la chaqueta en unas alforjas para minimizar el sudor y para que la chaqueta no se arrugue...¡Está todo inventado! ¡Solo hay que copiar lo que hacen nuestros vecinos de centro Europa! Le diría también que intente hacer algún tipo de presión en su empresa para que instalen duchas o algún tipo de lugar para cambiarse de ropa. En mi empresa no existen, pero por otro amigos sé que en algunas grandes empresas españolas las hay. Estoy seguro que si desde las empresas se incentivara a sus empleados para que vinieran a trabajar en bicicleta (poniendo aparcabicis en la oficina, duchas (porque está claro que no es lo mismo recorrer 3 kms en bici que recorrer 10), aumentaría la productividad, disminuiria el absentismo y se ahorrarían mucho dinero en dietas de transporte.
Al acabar la entrevista le comenté a Alberto que dentro de unos meses iba a sudar de lo lindo... pero ni se inmutó: tiene bien claro que el sigue con su bici, que ya buscará soluciones, como usar toallitas y cambiarse de camisa al llegar. Pensé repetir una minientrevista con el en los meses estivales, pero Alberto nos dio una sorpersa... Una semana después de tener la entrevista preparada, ¡¡resulta que Alberto deja su trabajo!! (mucha suerte, por cierto).

Seguro que allá donde vaya se llevará a Juanita, y la usará para ir en bici al trabajo. Yo tendré que buscar un voluntario que vaya en traje en verano, para hacerle las preguntitas de rigor.... :-))

Espero que os haya gustado la experiencia de Alberto. ¿Algún ciclista más en traje? ¿Alguien comparte trucos o dudas?
¡Hasta pronto!


lunes, 24 de marzo de 2014

Zapatos ciclistas: colección de entretiempo.

El entretiempo es esa época indecisa y gamberra del año en la que a veces hace frío y a veces hace calorazo. Yo lo paso especialmente mal porque soy bastante friolera. Pero seguimos yendo al trabajo en bici, claro. Esta es mi primera primavera en bici a diario, y lo que he observado es que se necesita sujección en el empeine para pasar el bici-test. Yo si no me bajo del sillín, al pararme por ejemplo en un semáforo, llego al suelo bastante de puntillas, y cualquier zapato demasiado abierto se me saldría por el talón. Eso es bastante peligroso, así que desterrados quedan. Los zapatos en primavera y principios de otoño suelen ser tímidos pero con algo de color, al menos en mi caso. Por cierto, yo sigo llevando calcetines, eso sí, las medias no están hechas para mí: cuando llega el calor, simplemente paso a la sandalia sin pudor. Como en la entrega de zapatos anterior, veréis que yo no llevo tacones, no porque estéticamente no me gusten, sino porque mis pies y mi forma de ser y vestir no son compatibles con ellos :-) Pero ya sabéis que pienso que se puede pedalear con tacones perfectamente. Sin más os dejo con mi zapatero de entretiempo.


Estos preciosos zapatos verdes son de mis favoritos. Llevan tacón oculto en el talón, detalle que me encanta, y las pulseritas son de velcro, y son ajustables de verdad, no son de adorno. Su excelente calidad ha quedado demostrada con su resistencia al paso de los años, y también superan el bici-test.


Una nueva adquisición de temporada, que he estrenado ayer para ir en bici al trabajo. De piel crema, con tacón oculto como los anteriores, y lazos de raso, estos oxford de Strover son super femeninos y pienso que quedarán muy bien con los primeros vestidos. Pedaleando y caminando son comodísimos.


Estas merceditas de charol violeta son de Clarks, de hace muchas temporadas, y son unos de mis zapatos habituales. Están muy machacados y no se cuánto tiempo más aguantarán, sobre todo porque el charol es bastante sensible a los roces, y sus suelas delanteras son muy finitas.


Unas sencillas merceditas Strover de piel negra y suela de caucho, cómodas y discretas. Estupendas para pedalear en un día de look sin pretensiones.


Unas deportivas Diesel en loneta de rayas y piel, muy cómodas y frescas. Estrenadas la semana pasada, nunca volverán a estar tan limpitas.


Las zapatillas Camper que son mi última adquisición. Compradas a ciegas por internet, resultaron tener suelas bike-friendly con mensajes de ánimo y reflectantes traseros y laterales. Contentísima con ellas, son de piel y 100% cómodas y aptas para montar en bici y a la vez ir guapetona y #CycleCasual.


Estos zapatitos Camper, abiertos y sin mucha sujección, son un ejemplo de calzado que para mí no supera el bici-test. Tendrán que hacer una visita al zapatero para ver si pueden conseguir unas bonitas bandas elásticas en el empeine. En caso negativo, se quedarán como calzado de fin de semana o de recambio de oficina. Una pena, pero no me la juego.

Sí, también sigo conservando mis deportivas color rojo del post anterior. Creo que las seguiré usando hasta que supliquen clemencia. Este ha sido un año de actualización parcial de zapatero, una cosa que me encanta, la verdad. ¡Espero que os hayan gustado!

Y vosotros, ¿con qué zapatos pedaleais en estos meses de entretiempo?

jueves, 20 de marzo de 2014

Niños en bici, pasado y presente

Esta entrada parte de la necesidad que todos tenemos de hacer memoria, de recordar de vez en cuando momentos bonitos de la vida, para atesorarlos y porqué no, compartirlos. Mi reciente adopción de la bici como medio de transporte en mi ciudad, Madrid, me ha hecho recordar mi pequeña historia como ciclista. Yo nací en el año 81, y aprendí pronto a montar en bici. Tuve la suerte de veranear con unos abuelos en una urbanización de valencia, con un bonito paseo marítimo, y con los otros, en Torrevieja. En esta última localidad alicantina mis abuelos tenían un modesto bungalow en una colonia en la que los propietarios eran casi todos obreros y gente humilde. La casita tenía un patio trasero y uno delantero, y la colonia tenía una cosa estupenda, y es que tenía un perímetro rectangular de casitas adosadas, y todo lo de dentro era peatonal. Yo tenía mis recuerdos borrosos de una bici chulísima, azul, con la que aprendí a montar sin ruedines. Recordaba la marca, BH, porque mi padre me repitió mil veces de pequeña que era la mejor marca de bicis, como para que me sintiera orgullosa de tenerla. Le pedí a mi abuela que buscase las fotos, y ella las encontró. Por detrás tienen el código de revelado de mayo del 85. Tengo cuatro años y unos pocos meses, pero en aquella Semana Santa debió ser cuando pasé de usar el triciclo rojo de pedales, a aprender a usar la bicicleta, muy pronto, sin ruedines.

Mi triciclo rojo

Mi primera bicicleta. Atención a la sonrisa de felicidad


Recuerdo montar sola, sin descanso, perfeccionando mis habilidades y aprendiendo ¡a derrapar!, ahora me asombro al pensarlo. Recuerdo que la bici tenía un cable un poco salido, y que me hice un arañazo bien largo en el muslo, cuya cicatriz me duró muchos años. Hoy miro las fotos e intento averiguar, hacer un poco de arqueología. El triciclo claramente está muy usado, igual le di mucha tralla, igual también era heredado. Muchos me habéis comentado que la bici de la foto parece haber sido reformada, por ejemplo con el añadido de esas flamantes ruedas de radios amarillos, que no serían sus ruedas originales. Gracias a todos los que me habéis hecho comentarios y os habéis molestado en buscar un poco. Honorio de @EnBiciShop me afirma que la bici parece de finales de los 70. Mi madre piensa que me la compraron efectivamente de segunda mano. El tema es que de mi primera bicicleta sólo quedan estas fotos, así que ¡agradeceré cualquier información!

Una vista lateral, con gesto algo macarra

Lo gracioso es que yo he aprendido a montar en bici tres veces en mi vida. Y es que no siempre hay una infraestructura adecuada para que los niños (y los mayores) monten en bicicleta, y si dejas de hacerlo muchos años, pues luego no te acuerdas. La segunda vez que aprendí fue por ahí por los diez años. Tras unos años sin montar en Salamanca, nos habíamos mudado al País Vasco, y allí no eras nadie si no montabas en bici, patinabas, nadabas en todos los estilos, jugabas a fútbol, baloncesto y balonmano y hacías el pino puente con doble tirabuzón. En serio, el deporte era importantísimo, y yo era un poco patosa. Así que recuerdo tener que aprender de nuevo, con gran dificultad, y meterme algún que otro golpe. En bici (y patines) íbamos a todas partes, incluso por carretera a veces. Mi memoria ha borrado totalmente qué bici tenía, de dónde salió, de qué color era, y mi madre opina que no era propia, sino prestada. La tercera vez que aprendí fue ya pasados los 25: me compré mi Trek y enfilé por el Retiro, no fue difícil. Y pronto fuí a trabajar en bici, y luego vino mi hijo y la bicicleta eléctrica.

Pero además de memoria, hoy también quiero hacer una reflexión. Ahora soy madre, y llevo a mi peque en bici. Pero el también tiene la suya. Bueno, en realidad, ahora lo que se llevan son las "motos", es decir, los antiguos correpasillos, en formato moderno. Una bici de ruedas anchísimas, en la que no hay ni pedales, ni ruedines, en la que el niño simplemente se impulsa con los pies y controla un poco la dirección con el manillar. Luego hay modelos mas pregresivos, pero todos casi siempre sin pedales. ¡Pero es que así no aprenden a pedalear! Dicen que con estas bicis infantiles modernas, lo primero es coger el equilibrio, y que luego ya darán pedales. Pero el tema es que tenemos una bici de niño que ya es perfectamente de su talla, de metal, con su freno (sólo uno), sus pedales, y sus ruedines de quita y pon... y no hay manera, no tiene fuerza para pedalear. A los hijos de muchas amigas les pasa lo mismo. ¿Estaremos haciendo algo mal? ¿Qué tenía de malo el sistema antiguo? ¿No es esta una forma de obligarnos a comprar 25 bicis infantiles por niño?

Lo que desde luego estamos haciendo mal es el tema del urbanismo y los espacios. Los niños no tienen dónde montar en bicicleta. Si no viven cerca de un parque o plaza, si no tienen patio, si no tienen casa en el pueblo (o viven en uno), si en la sociedad en la que viven no se facilita que los niños tengan espacios para jugar cerca de su casa (pero cerca, no cogiendo media hora el transporte público), si no ytienen la suerte de ir a un cole del programa Stars, o ir a una escuela ciclista como la de Dori Ruano... ¿tienen que jugar metidos en casa? ¿tienen que montar en sus "motos" sin pedales por el pasillo, o en la guardería? ¿Están condenados a ir en bici por las aceras de su calle, u obligados a ir tempranamente por la calzada, junto a los coches? Esto me recuerda aquel vídeo que difundieron hace unos meses sobre la iniciativa de los niños del barrio De Pijp en el año 1972, en Ámsterdam. Porque Amsterdam no fue siempre tan bike-friendly, se lo tuvieron que currar los ciudadanos, y también los niños. Muchos ya conoceréis este vídeo, los que no, os recomiendo verlo porque es muy interesante (es un extracto de un documental holandés del mismo año).



Quizá estamos olvidando que para los niños la bici es un descubrimiento, una experiencia y un placer. Y deberían poder disfrutarlo sin dificultades, integrarlo en sus vidas y amarlo, para después poder usarlo como medio de transporte. Parece que en Amsterdam les funcionó. Eso es lo que queremos todos, un futuro con más bicicletas, con menos contaminación y menos tráfico urbano, ¿verdad?

lunes, 17 de marzo de 2014

¿Entretiempo en bici? ¡ponte una capa!

Porque los ciclistas urbanos somos superhéroes cotidianos, y porque hay ciertos meses, como marzo, en los que la temperatura cambia drásticamente entre nuestra salida mañanera y nuestro regreso, existe para nosotros una pieza de ropa clásica, elegante y atemporal: la capa. La hay de todos los materiales y estilos, pero hoy no hablamos de la capa impermeable que nos salva de la lluvia, sino de la capa hecha de tela, punto o piel. Es perfecta para darnos un plus de abrigo a primera hora de la mañana, llevándola sobre una chaqueta, blazer, abrigo ligero o gabardina. En nuestro regreso a casa prescindimos de ella, guardándola en las alforjas, cesta, portaequipajes, etc. Muy estilosos, ¡pero sobre todo abrigados! Además, en capa sudas menos y tienes más libertad de movimientos en el torso y brazos que con ciertos abrigos.

Elegantísima con capa caqui y medias a juego con su bici
http://devilwearszara.vogue.es/2008/11/quiero-una-capa/

Hay muchos tipos de capa. Pueden ser cerradas, o tener apertura con botones o cremalleras. Pueden tener capucha, cuello vuelto, cuello Mao, cuello de pico. Pueden ser cortas capellinas que no pasen de la cintura o incluso de los codos, o ponchos, que al extenderse parecen mantas rectangulares con un gran corte. En las capas, los brazos y manos pueden ir por debajo, o pueden sacarse por unas aberturas tipo ojal  a la altura de la cintura. En la primera opción es más fácil que la capa vuele y nos destapemos, mientras que en el segundo caso la capa se queda en su sitio, pero llevamos los antebrazos menos cubiertos. Yo tengo tres capas, y por ahora he pedaleado con dos. La primera es una capellina de punto acrílico con tejido de ochos y cuello vuelto, en color azul marino muy oscuro. Da un cierto aire Sherlock, especialmente combinada con mi casco. Otra es larga por las rodillas, con cuello vuelto, aberturas para las manos y punto acrílico rosa y rojo. Comodísima. En ambas, el cuello vuelto es esencial para mi, que soy friolera y con garganta delicada. Otra es heredada de mi abuela, de paño color crema, con cuello militar y un doble botón superior de madera. Tengo que tunearla un poco y el próximo otoño la estreno, es una pieza vintage preciosa.

Esta es hidayamohamad, la podeis encontrar en instagram. Imagen via http://bikepretty.com/2013/01/cycle-style-on-instagram-2/

Obviamente las capas sueltas y los ponchos presentan ciertos inconvenientes a la hora de montar en bici, pero no es difícil evitarlos con gracia. Una opción muy inteligente para capas largas cerradas es tunear su borde delantero a la altura de las manos cosiendo una cinta en bucle, por donde meteremos los pulgares. Así no se levantará dejándonos desabrigados, o peor, tapándonos la visión. Si el problema son las solapas delanteras, que se abren con el viento al pedalear, a la solución anterior añadiremos unos automáticos o unos pequeños velcros que asegurarán tu capa en su sitio. Tu sólo póntela, pedalea, y observa como se comporta y si necesitas corregir algo. Piensa en qué pasaría en dias de mucho viento. Estas pequeñas modificaciones no afectan a tu prenda ni a su caída y aspecto cuando la lleves caminando, y son prácticamente invisibles. Y lo mejor es que asi podrás usar cualquier capa que ya tengas y adores. En cuanto a los ponchos, más inestables, lo mejor es usar un cinturón para sujetar sus dos partes delanteras sobre tu torso. Ten en cuenta que llevar prendas que puedan enredarse en los radios de tu bici es peligroso, así que no sacrifiques tu seguridad en aras del estilo.

Otra cosa a tener en cuenta con las capas es el bolso que vayas a llevar. Las capas no se llevan bien con las mochilas, lógicamente, ni con los bolsos que cuelgan de un sólo hombro. Sí son cómodas con bolsos tipo bandolera: si la capa es corta, por encima, y si es larga, por debajo. En mi caso, llevo el bolso puesto hasta que dejo a mi hijo en la guarde, y después, lo pongo en la cesta delantera que ya se ha quedado libre, pero por no llevar peso, no por que la capa combinada con el bolso dificulte para nada mis movimientos.

Atrévete y si aún no tienes capa, invierte en esa entelequia llamada "fondo de armario" y hazte con alguna, ¡no te arrepentirás! Rebusca en el armario de tu abuela o madre, ojea tiendas de segunda mano. Háztela tu mismo de paño de lana, o teje una. Por supuesto, también puedes comprarla, todos los años siguen de moda. Respecto a los materiales, elige según tus gustos, estilo y bolsillo. En Europa la mejor lana en cuanto a propiedades técnicas interesantes para el deporte es la merino, pero puedes usar la que quieras. Por otra parte, hay que saber que los mejores ponchos son los de los países andinos, ya que la lana de alpacas, llamas y vicuñas es de excelente calidad, apenas pesa ni abulta, y abriga muchísimo además de ser muy suave. Quizá incluso te atrevas con materiales menos habituales como piel, cuero, tela encerada, vinilo, neopreno. ¡Todo vale!

Te dará igual ser Cycle chic o Cycle casual. La capa se lleva bien con la bici, esto es así. Y vosotros, ¿usáis capa?


jueves, 13 de marzo de 2014

Bellas en bici: Dori Ruano


Hoy tenemos en la entrevista una invitada muy especial, una leyenda del ciclismo femenino español. Un nombre, el de Dori Ruano, que junto al de Perico Delgado, es por sí mismo embajador del ciclismo salmantino. Haciendo un poco de historia, recuerdo de mi infancia en Salamanca que el barrio antiguo estaba lleno de solares y había casas de adobe y señoras sentadas en sillitas de paja en la puerta de las casas. Apenas había actividades para niños, fuera de los scouts, Cáritas y similares. Había un conservatorio y una escuela de artes, pero no estaban al alcance de todos. Existía, eso sí, la inigualable biblioteca infantil Germán Sánchez Ruipérez, un referente que marcó el futuro de muchos niños, y bibliobuses que daban servicio a los pueblos cercanos. Los niños jugábamos en la calle, pero no montábamos en bicicleta por la ciudad y fuera de ella, eso se dejaba para el pueblo. Salamanca no era una ciudad amigable con la bici, excepto en sus parques y plazas. Hoy los tiempos han cambiado mucho, las infraestructuras de la ciudad han mejorado, y Salamanca y sus niños cuentan con un nuevo y saludable referente para los chavales: la Escuela de Ciclismo de Dori Ruano-Caja Duero. Esta escuela comenzó en Cabrerizos, y hoy la disfrutan los niños de Villamayor, el pueblo natal de Dori, ya prácticamente un barrio de la ciudad, bajo el auspicio del Club de Ciclismo de Villamayor. Estoy muy, muy contenta de contar con Dori en el blog. Os dejo con ella:

Dori con una bici de montaña y una gran sonrisa


1- ¿Qué es la bici para tí?

Mi vida ( jejeje). Es broma. Es mi libertad, aquella que me lleva donde yo quiero y cuando yo quiero. Mi independencia.

2- ¿Usas la bici como medio de transporte habitual en tu lugar de residencia?

Suelo estar entre Salamanca y Zaragoza, y en esta última es mi único medio de transporte, porque es una ciudad que invita a montar en bicicleta, ya sea de movilidad o de recreación.

3- Estás al frente de una escuela de ciclismo infantil, con una filosofía muy respetuosa y educativa con los chavales, insertando la bici en su vida y en su ocio familiar, e implicando a sus familias. ¿Cuál está siendo la respuesta de los chicos y sus familias?

Pues afortunadamente la mentalidad está cambiando y la bicicleta está empezando a formar parte de las familias, no solamente como herramienta de ocio y tiempo libre, sino como forma de moverte en libertad y de manera independiente.
Cada día son más las familias que acuden a la Escuela en busca de valores y costumbres “sanas” y placenteras como es la bicicleta. Deporte en familia es lo que todos queremos, vivimos estresados durante la semana y la sociedad se da cuenta que te pierdes lo mejor de la vida, que es la familia. En la Escuela intentamos reforzar esa unión .

4- Además de haber sido ciclista profesional, también eres diplomada en Magisterio de Educación Física, ¿Cómo transmitís en la escuela los conceptos de circulación, tráfico, medidas de visibilidad y seguridad, etc?

Creo que una Escuela de ciclismo debería abarcar más que lo que es la competición, al menos eso he tratado de hacer en la Escuela de Ciclismo de Villamayor. Debemos enseñar a los niños, desde pequeños, a respetar las normas de circulación, ya sea en bicicleta, como peatón o como futuros conductores.
Cuantas más pautas educativas les demos en la etapa infantil, mejores conductores nos encontraremos en el futuro. La pena de este trabajo es que como no es visible en el momento inmediato, nuestros políticos no se dan cuenta de que lo que inviertas en la Escuela lo recuperarás en el futuro con menos accidentes de tráfico. Sólo te dan dinero para ver los efectos en el momento y es difícil convencerles para que te apoyen .

5- ¿Crees que tus alumnos tienen más probabilidades de apostar por la movilidad sostenible y usar la bici como medio de transporte en un futuro? (para ir al colegio,
instituto, universidad, trabajo, hacer viajes...)

Esa es mi lucha diaria. Practico con el ejemplo e intento que los monitores también lo hagan así. A mi me ven todos los días corriendo en bici y creo que eso es una imagen para ellos, que después de haber estado en la Alta competición siga haciendo deporte día a día y siga montando en mi bicicleta.

Sin duda una imagen que para los niños valdrá más que mil palabras, la de una gran maestra para iniciarles en el amor a la bicicleta y en el uso de la misma en su vida diaria. Estoy segura de que pronto recogeremos los frutos de esta y otras iniciativas similares en nuestro país.  
¡Gracias, Dori, por este proyecto tan especial!

Espero que os haya gustado la entrevista, ¡Hasta pronto!

miércoles, 12 de marzo de 2014

Bento bike, llevar comida en tu bici

Muchos de los que usamos la bicicleta como medio de transporte cotidiano llevamos cada dia un equipaje muy importante: nuestra comida. ¡Esto por no hablar de cicloturistas y excursionistas que tienen que llevarse lo de toda la jornada y a veces para gran número de personas! Tenemos un ritmo laboral que implica hacer una comida principal en el centro de trabajo, y no todos tenemos la suerte de contar con un restaurante o cafetería rápido y asequible. Comer todos los dias de menú implica comer en exceso, demasiadas grasas y proteinas, demasiada sal, y poca fruta y verdura. Además cinco menús semanales son más caros que llevar tu propia comida de casa, que por otra parte siempre será más sana, equilibrada y con una cantidad adaptada a tu apetito. Hagas o no la comida de mediodia en el trabajo, puedes llevar algo para picar a media mañana, como un lácteo, un sandwich, fruta, frutos secos... Muchos se llevan también un termo de café recién hecho, a su gusto y más rico y barato que el de la máquina.

Para un ciclista llevar toda esta comida plantea dos cuestiones estrechamente relacionadas: los contenedores y la forma de cargarlos en la bici. Necesitarás llevar al menos una mochila en la que llevar la comida y otras cosas como portátil, impermeable, ropa de cambio si es que te cambias al llegar a la oficina,  carpetas, etc. La mayoría de ciclistas optan por un portabultos trasero tipo caja o alforjas, esto es lo que proporciona mayor capacidad de almacenamiento. Otros muchos llevamos una cesta o bolsa delantera, las bicis cargo pues ya son palabras mayores. Sea cual sea tu opción de carga, lo importante es poner la comida en el fondo, para asentarla sobre plano y minimizar posibles desastres, como esa fiambrera mal cerrada o esa pera que se aplasta y suelta un poco de líquido.

Un precioso set de bento de dos pisos made in Japan

Otro tema son los contenedores. Aquí mi opinión es radical: guerra a las cosas de usar y tirar. Toda la vida hemos usado fiambreras y termos, y ahora parece que no sepamos vivir sin film plástico o papel de aluminio. Hay muchas maneras de transportar comida con objetos reutilizables, que podrás lavar y volver a usar siempre que quieras. Ahora lo moderno y cool es hablar de bento, que en japonés significa comida para llevar. En Asia llevan siglos usando recipientes de madera y laca para transportar comida, y ahora en la era del plástico los hacen mucho más modernos. Son bonitos y compactos, y desde luego muy útiles. Casi todos llevan una bolsita térmica, servilleta, palillos (no tengo problema en comer con ellos, pero para según que cosas, tengo un set de cubiertos de acero inoxidable en el curro). La bolsita mantiene el calor de la comida recién hecha o el frío de la preparada la noche anterior y guardada en la nevera. Todo depende de la infraestructura con la que cuentes en la oficina.

Por supuesto, puedes usar envases no compartimentados para comida más occidental. Yo uso bastante, cuando llevo comida caldosa, un termo para bebés de 350 ml. Es totalmente estanco, no gotea, y es pequeñito, pero contiene la ración ideal de lentejas o patatas con carne, por poner un ejemplo. Los que se ven mucho en nuestras ciudades, cargados por ejecutivos y madres trabajadoras, son los de Valira, que consisten en un bolsito térmico y acolchado, en cuyo interior podemos guardar varios recipientes totalmente estancos (recipientes y tapas se venden por separado para que puedas preparar y congelar con antelación, y después ir sacando cada mañana), cubiertos, servilletas, fruta, lácteos, etc. Valira tiene también la versión pequeña, para meter sólo un recipiente, esto se adapta más a las cantidades que yo como en el trabajo. Para mi gusto esta marca es un tanto aparatosa, a mi me gusta llevar algo que me quepa en el bolso si es necesario, que no sea en sí mismo otro bolso con bandolera, pero reconozco que son de muy buena calidad, y funcionalmente impecables. Para grandes cantidades (¿dia en el campo?) y bicis de gran capacidad, pasaríamos a hablar de las clásicas neveritas flexibles o rígidas, como las de toda la vida.

También hay recipientes concretos para ensaladas, sopas, y por supuesto bocadillos, ese gran invento de la humanidad. Yo hace años compré un envoltorio reutilizable para sándwiches, en la web americana reuseit.com. Compré hace años varias cosas en esta tienda, y dejé de hacerlo porque empezaron a poner problemillas en su envío a España, no se como estará el tema en este momento. Pero tranquilos, hoy hay una marca en España que fabrica unos similares, pero más adaptados a nuestros bocatas de pan-pan, es Rolleat y su Boc'n roll. También tengo uno y son mucho más grandes y multiusos. Lekué también tiene fundas de silicona para el mismo fin. Lo bueno de los wraps reutilizables es que también sirven como mantelito mientras te comes tu bocata, y se pueden lavar en la lavadora. Ahora mismo hacen furor en todos los patios de colegio, que lo sepais :-)

Con estos wraps para bocata vas a cualquier parte, y más en tu bici

Tema aparte son los líquidos. Yo soy muy fan de las botellas de aluminio, tengo dos Klean kanteen que compré en la misma web americana, pero hoy pueden comprarse en multitud de tiendas, ya que la marca cada vez tiene más distribuidoras por todo el mundo (y ¡sí! también en Europa y España). Podeis ver todos sus estupendos productos y distribuidores en su web oficial. Algunas de sus ya clásicas botellitas tienen fundas de neopreno, enganches, soportes para bici, y diferentes tipos de tapón y pico vertedor, incluso para bebés y niños. Yo las uso para todo: parque, viajes, llevarte un té calentito a un congreso. Y lo mejor es que son casi indestructibles, de estas cosas que se heredan, como las antiguas cantimploras de nuestros padres. Una cosa que me encanta son los termos para café (disponibles en cualquier ferretería, modelos clasicones) y las tazas para café y té tipo mug con tapa, que además son ideales para llevar en tu bici porque no pierden líquido (ojo, no beber mientras se conduce). Llévalas llenas de casa o hazte el alternativo y pide en tu tienda de cafés pijos que te llenen tu propio mug con tu latte o tu sencha favorito. Quedarás como un... bueno, depende :-)

Para comprar hay muchas tiendas online, como las ya mencionadas, y otras como ValiraEkoideas, la portuguesa Pegada verde, la japonesa J-list (apartado bento & kitchen), Rolleat (donde no sólo venden el Boc´n roll, sino otras muchas cosas muy bien pensadas y diseñadas), y Amazon (yo tengo cosas de la marca Monbento, compradas de esta manera) y Ebay por supuesto. Y curiosea en tu ciudad: las ferreterías de barrio cada vez tienen más cosas de este tipo, y también las grandes superficies. Ikea, por ejemplo, ya cuenta con su propia selección de fiambreras y tarteras (se llaman kullar) para el gran público, de precio muy asequible, tamaños diversos, formatos infantiles y para adultos, y bolsas térmicas. Otra tienda similar en la que he visto cosas muy útiles es Howard´s Storage World.

Como veis hay una variedad de sistemas de almacenamiento tan amplia como comidas y bebidas a transportar. Busca y elige aquello que se adapte a tus necesidades, según la cantidad, temperatura, y destino de tus piscolabis. Atrévete a hacerte con un pequeño ajuar de reutilizables que uses durante muchos, muchos años, y siéntete bien llevando tu comida en bici (y en coche, en tren, en bus, caminando...) al trabajo, de excursión, de viaje, al colegio...

Y vosotros, ¿qué usais para llevar vuestra comida en bici? ¿Conoceis otras tiendas físicas u online para compartir con nosotros?
¡Muy pronto, recetas ideales para llevar y pedalear con fuerza!

miércoles, 5 de marzo de 2014

Tu ciclo en bicicleta

La menstruación es una cosa muy bonita que nos ocurre a las féminas, y que básicamente nos da la capacidad de ser mamás y eso es bastante especial. Desde aquí alertamos a todos los espíritus sensibles, este post va de lo que va. Pero ojo, contiene información importante e interesante incluso para los hombres, porque siempre hay alguna mujer cercana a la que pasar el consejo. ¿Por qué este post? Pues porque las mujeres que montamos en bicicleta con frecuencia, por ejemplo para ir a currar, sufrimos una serie de inconvenientes mensuales: primero el síndrome premenstrual o SPM, que nos puede ocasionar mala leche, negatividad, y lo peor, malestar físico, febrícula, retención de líquidos y variados calambres abdominales, entre otras lindezas. Y luego llega la regla en todo su esplendor, con la que muchas mujeres sufren bastante: cansancio, dolor, incomodidad. Pues sumemos a la ecuación una bicicleta. ¡Milagro! Esta comprobado que el SPM se atenúa y hasta desaparece. Y los días de regla te sientes mucho mejor, pero admitámoslo, muchos productos sanitarios femeninos no se han hecho para las ciclistas.

El caso más obvio son las compresas de plástico. Las que no tienen alas pueden moverse o arrugarse en tu ropa interior y ocasionar pérdidas. Las que tienen alas pueden irritar tus ingles o cara interior de los muslos debido al movimiento contínuo de tu pedaleo y la consiguiente posibilidad de roces. Esto por no hablar de la infame superficie plástica con celdillas que se te puede clavar en la piel y causar irritaciones, o su nula capacidad para transpirar. Y todo esto, contigo sentada encima y en movimiento, porque te subes, te bajas, te sientas más o menos delante en el sillín... A mí estos productos no me gustan nada, están llenos de químicos, plástico y cosas raras. Si los usas, al menos decántate por tejidos de cobertura que imiten el algodón, y si pillas algo más ecológico tipo Natracare, pues mejor para todos.

Otra opción son los tampones, lógicamente mucho más cómodos para montar en bicicleta. Pero ojo, si vas por ahí de ciclorruta, vas a ir dejando un rastro de envoltorios, aplicadores de plástico y tampones usados. ¡Muy bonito, hombre! Es mejor usar tampones con envoltorio de papel y aplicador de cartón, o sin aplicador, como los famosos o.b. Lo malo de los tampones también es la química que contienen, que se absorbe directamente en la mucosa vaginal. Si usas tampones, elige mejor también aquellos no blanqueados, incluso existen de algodón orgánico.

Pero sin ninguna duda, el producto menstrual estrella para montar en bicicleta es la copa menstrual reutilizable. No molesta, no genera basura, es muy higiénica y sana porque está hecha de silicona médica y no tiene químicos peligrosos. Hay multitud de marcas, como Mooncup, Femmecup, Divacup, Iriscup, Meluna, Lunacup, etc. Algunas duran 10 años, otras 1. Las hay de varios tamaños y con diversos acabados en la base, para facilitar su colocación y retirada. Para reticentes está la Instead Softcup, que dura justo un ciclo, y por lo tanto sí que se tira, sobre este tipo no tengo una opinión formada. Para mi, que uso la Mooncup desde hace bastantes años, con ellas todo son ventajas. Y no lo digo yo, también lo dicen las experimentadas ciclistas de Total Women´s Cycling. En España estamos muy apegadas a los desechables porque hemos entrado tarde en el capitalismo/consumismo y porque tampoco hemos sido punteros en conciencia ecológica que digamos, pero en otros países ya están haciendo la vuelta atrás desde hace décadas. Leed información sobre diferentes copas y convenceos vosotras mismas.:-)


http://www.webdelasalud.es/menstruacion/copa-menstrual

Si vas en bicicleta y usas tampones o copa menstrual, lo normal es usar también un salva-slip para evitar pequeñas fugas. Mismas recomendaciones que para las compresas. Existe una opción mucho mas ecológica que las compresas desechables: las compresas de tela. Que nadie se escandalice, que en España y en todo el mundo "civilizado" hasta hace dos dias que se nos fue la cabeza, entramos en la era del plástico,  y empezamos a consumir como locos, era lo que se usaba. Yo no recomiendo usarlas sobre la bici porque no son nada cómodas, abultan demasiado. Si eres una chica ciclista con conciencia ecológica, y las acabas de conocer, quizá te plantees usarlas en otras ocasiones, como en tu casa o por la noche. Eso sí, en su versión salva-slip como protección back-up combinada con tampones o copa, funcionan fenomenal. Yo uso las de la marca Lunapads, que cuando estuve buscando me parecieron las mejores.

Estampado Lunacycle de Lunapads. Una monada :-)
No todas las mujeres tienen una relación sana con su cuerpo, y muchas veces también existe un rechazo del ciclo menstrual por incómodo, sucio, etc. Pero otras muchas mujeres opinamos que lo único sucio de la menstruación es ir ensuciando el medio ambiente con productos femeninos desechables que tardan cientos de años en desaparecer y degradarse. Y si montas en bici, presupongo que tienes un corazoncito verde: piensa entonces que hay opciones más limpias y sostenibles, con tu cuerpo y con la naturaleza, y más cómodas para montar en bici y practicar deportes.

 Y vosotras ¿qué opináis de este tema? ¿Qué hacéis cuando vais en bicicleta?
¡Hasta pronto!

martes, 4 de marzo de 2014

Manos bellas en el manillar

Las manos son muy importantes para los ciclistas: con ellas conducimos, cambiamos de marcha, tocamos el timbre, candamos y descandamos al aparcar, realizamos mantenimiento, limpiamos, cargamos el equipaje, al niño, a la mascota, parcheamos pinchazos e inflamos cámaras. Los mañosos incluso cambian componentes enteros de su bici. Nuestras manos están en la parte delantera de la bicicleta, recibiendo todo el frío, el sol, la lluvia, ¡la nieve! Después en casa y en el trabajo las castigamos de mil maneras diferentes, y no se vosotros, pero yo pierdo la cuenta de las veces que me las puedo llegar a lavar.  Es importante cuidarlas para que no estén secas, ásperas y escamosas, y para evitar en lo posible las manchas solares en el dorso.

Estas bellezas hacen juego con mi bici... too much.

Lo normal es que los ciclistas llevemos guantes, estos son la primera línea de defensa. Desde unos sencillos de punto o tejido polar, a unos guantes impermeables de tejido técnico. Algunos prefieren mitones, otros, guantes completos o incluso manoplas  pensadas para la nieve. De hecho, he visto por ahí fundas de manillar al estilo de las de las motos. Metes las manos y a correr. Yo no hago un recorrido muy largo ni duro, finalmente he comprobado que unos guantes sencillos son todo lo que necesito. Y recordad: la lana es calentita y bastante impermeable si es de buena calidad, y siempre puedes darles un buen baño en el que hayas disuelto algo de lanolina, esto reforzará sus propiedades contra el agua y los mantendrá flexibles. La piel natural es estupenda (no los uses si llueve mucho, no los has engrasado, y los aprecias).

Después tenemos que cuidar nuestra propia piel. Lo primero la higiene: manteniendo las uñas limpias y en buen estado, y procurando usar un jabón de manos que no reseque nuestra piel. Hay muchas opciones comerciales, como el de Nivea, el de glicerina de Lida, manteca de karité de L'Occitane y similares. En cuanto a jabones artesanales, son interesantes para las manos todos los que tengan base de aceite de oliva, e ingredientes como karité, cacao, leche, miel... los aceites esenciales interesantes (y sencillos de encontrar) son la lavanda y la rosa, por sus propiedades curativas, calmantes y desinfectantes.

En cuanto a las cremas, ya os he hablado de la manteka de karité en el post sobre labios. Creo que como tratamiento nocturno es una muy buena opción. Y si cometéis el ranciofact de poneros guantes de algodón toda la noche, pues mucho mejor. Las cremas de farmacia son estupendas, por ejemplo la de Neutrógena, y cualquiera con urea que os ofrezcan. Estas cremas suelen tener siliconas para crear una película protectora sobre la piel. Pero ¡cuidado! Son solubles en agua y si después pedaleas bajo la lluvia, tienes peligro de manos resbaladizas.

Esta crema te la querrás apurar hasta el final

A mi me encanta la crema skinfood de Weleda, es muy natural, un poco apestosa, como medicinal, aceitosa pero de bastante rápida absorción. Y no se disuelve fácilmente en agua. La fórmula es la misma desde 1926, y en el enlace podéis ver su descripción, precio y lista de ingredientes, pero tranquilos que la tienen en el herbolario también. Y no es específica para manos, sirve para rostro, pies, codos, y zonas muy secas en general. No la puedo usar en el trabajo porque iría manchando digamos, "cosas" por ahí, pero sí la uso al salir y en casa. Es la mejor crema de manos que he probado, en cuanto a reparación. 

Un punto difícil de encontrar en una crema de manos es la protección solar, hay que estar atento, en la droguería y en la farmacia, para pillar marquitas baratas y poco conocidas que sí la incluyen. Bueno, Nivea tiene, pero no dice cuánto. El otro día en la farmacia pillé una con FPS 8 por 2,50€. Sospecho que este FPS tan bajito es el que se consigue tan sólo con filtros físicos como el dióxido de titanio y el óxido de zinc. Los filtros químicos son sustancias menos molonas a nivel salud, pero ese es el tema de los FPS, por eso las cremas naturales rara vez alcanzan niveles altos de protección. Pero oye, 8 ya es una protección media. No, si al final lo mejor es cubrir la piel :-) 

Como siempre, todo es sentido común. Usa guantes si sientes frío, crema de manos de tu elección, y si te va a pegar fuerte el sol, la misma proteccion que te pongas en los brazos.
Y tú, ¿qué haces para cuidar tus manitas?
¡Hasta pronto!