jueves, 24 de noviembre de 2016

Confesiones: la mecánica de bicicletas no es fácil

Hola amigos! Hoy quiero hablaros de la mecánica de la bici, eso que para algunos es tan fácil y sin duda tan divertido. Para mí es exasperante, frustrante y complicado. Esto es así, debo confesarlo. Me considero ciclista urbana, pero no tengo ni idea de mecánica. No es por vagancia, que lo he intentado. Tampoco soy una persona patosa... es un misterio misterioso...

Este libro no me sirvió para nada. Busca nueva familia XD

De pequeña sabía perfectamente arreglar un pinchazo de bicicleta, y usar el inflador después. Hoy, creo que soy incapaz. La primera bici que me compré de adulta fue la primera prueba de mi ineptitud. Hablando con el dependiente ni siquiera sabía expresar bien los nombres de las partes de la bici, y mi conversación era tal que "y entonces si esta parte si pone así, eso es malo ¿no?, es que de verdad que soy muy torpe..." En serio que esto me hacía pasar muchísima vergüenza, hasta me parecía un obstáculo insalvable para llegar a montar en bici por Madrid. Si no tenía ni idea de bicis, ¿cómo leches iba a poder montar en ella? Un día, con esa primera bici, intenté inflar un poco más una rueda, porque la notaba algo floja. El resultado fue que rajé la goma de la cámara alrededor de la válvula (mírate, has conseguido escribir esas palabras tú solita?) Cuando llevé la bici de nuevo a la tienda no se lo podían creer, que me hubiera cargado una rueda... se conoce que no supe mantener la válvula recta, le apliqué fuerza a la vez que la torcía... y plas.

Con esa bici lo máximo que he hecho ha sido engrasar la cadena. Yo creo que esa tarea sencilla la conseguí hacer bien, pero quizá si me hubierais visto hacerlo... os habríais llevado las manos a la cabeza.

Luego llegó la eléctrica. ¡¡Qué paciencia los de la tienda...!! Me dijeron "prácticamente mantenimiento cero" Pues la primera semana ya estaba yo allí... que me daba error el display y que no tiraba la potencia de la batería. Era una tontería tan grande como que se me había descolocado un dispositivo que lleva mi bici en un radio de la rueda trasera, que al dar vueltas sirve para medir la velocidad y calcular la asistencia eléctrica que proporciona. Vamos, que me enderezó una piececita con la mano, delante mío, así sin despeinarse, y me dijo "ya está". Yo ahí la autoestima bien ¿eh? Sin problemas.

Enseguida me di cuenta de que con esa bicicleta ya iba a ser totalmente incapaz hasta de inflarle las ruedas. Así que cada tres-seis meses, la llevaba al taller, me daban un repaso, y listo. Es vergonzoso, lo sé. Una vez intenté inflar un poco una rueda con una compi del trabajo, y la acabamos desinflando por completo. Bueno, al menos esa vez no me cargué la cámara. La tuve que llevar al taller de al lado del curro y aguantar estoicamente el oprobio de explicar qué me había pasado. El del taller no hizo preguntas y me la infló gratis, gracias.

En una ocasión cogí la bici después de varios meses de estar de exámenes, y llevaba las ruedas totalmente desinfladas. Y así, de camino al cole, con mi hijo subido y todo. Hasta una lerda en mecánica como yo sabe que con ese plan puedes rajarte toda la rueda. Me tuvo que ayudar a inflar ambas ruedas otro padre ciclista al que recuerdo como nuestro héroe particular. Súper vergonzante.

Otra vez una extraña carambola de golpe en la manilla del freno contra un retrovisor de coche, combinada con subir a un bordillo a lo raro, hizo que las pastillas de frenos de la rueda delantera se me aflojasen y girasen. Sí amigos, que me quedé sin frenos de delante, y eso cuando ya sabía que llevaba los de atrás muy gastados. Un desastre total, afortunadamente, no me pasó nada, conduciendo con mucho cuidado y con la batería apagada por supuesto. Desde la Biblioteca Nacional a metro Sevilla sin frenos, olé. Allí en ese semáforo que ya sabéis, había una providencial pareja de policía ciclista que me auxilió. La agente femenina me quiso "inmovilizar el vehículo" (si, habéis leído bien), y admitió no tener ni idea de mecánica. El otro agente fue más constructivo, sacó sus herramientas reglamentarias de la bolsita trasera del sillín y mirándome fijo mientras me lo arreglaba en un pis-pas, me dijo que así no podía ir por la vida.

Tenía toda la razón, claro. Y os prometo que lo he intentado. He consultado muchos vídeos en Youtube, en los que quiero denunciar que no se ve un pimiento y hablan raro. He consultado a amigos ciclistas que controlan demasiado de mecánica para que yo entienda un pepino de lo que amablemente me están explicando. Me he comprado libros de mecánica ciclista. Sin ningún tipo de resultado, porque no se entiende ni papa oyes.

Tendré que aceptar que no es lo mío o que no se puede controlar de todo, y para la mecánica ya habrá gente mejor que yo. Me consuelo pensando que hay excelentes talleres en mi ciudad, en los que me puedo sentir muy bien atendida y pagar por ello, que así rula el negocio de las bicis una vez haces el gasto de comprar una y accesorizarte... Y también hay talleres que te lo hacen por la voluntad, para el que no pueda pagarlo. Y siempre están los buenos amigos :-)

¿Y vosotros? ¿Confesáis también vuestra inoperancia mecánica o la lleváis en secreto? ¿Sois el típico manitas con control absoluto?
¡Hasta la próxima!


7 comentarios:

  1. Reconozco que, como desde siempre he tenido afición a desmontar e (intentar) montar todo lo mecánico que caía en mis manos, con la bicicleta siempre me he atrevido a todo: Siendo pequeño a ajustar los frenos al milímetro y ahora de no-tan-pequeño a desmontarla completamente para pintarla y engrasarla y volver a montarla.

    PERO (si, toca un pero) eso no quita para que me guste tener un mecánico de referencia, que en mi caso es Juan de Sevilla Cycling, que la coja de vez en cuando y la ponga fina con una precisión que yo no puedo darle.

    En cualquier caso, yo recomiendo a todas las personas que tienen bici que la mecánica más básica (ruedas y frenos) si la controle porque de no ser así, algún día les va a tocar dar un paseo muy largo caminando al lado de la bicicleta o se van a quedar sin bicicleta un puente, hasta que el mecánico de confianza pueda echarles una mano.

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    1. Hola! Gracias por tu primer comentario (creo) en el blog! :-) Estoy muy de acuerdo contigo, lo básico deberíamos saberlo todos, y después hay que tener alguien de mucha confianza para hacer los repasos importantes...
      Saludos!!

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    2. ¿Cómo? ¿En serio es mi primer comentario?
      Yo antes molaba. ( ¬_¬)

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  2. Yo confieso que de lo que no sé nada es de coches, así que otra razón más para pedalear :-)

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    1. Gracias por comentar! Me pasa igual. Me han pasado todo tipo de cosas igual de embarazosas cuando he alquilado un coche. ays...

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  3. En este caso el mecánico soy yo... Sueldo bicis. Luego viene un problema: soy un rompecosas, me conocen por romper lo irrompible (5 cuadros de acero -varias veces, primero los rompo, luego los sueldo -a veces ese mismo día-y me duran un año o dos más),Rompo también los ejes de las ruedas o los pedales. Una vez partí una biela en la cuesta de la calle Pablo Iglesias.

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    1. Hola! Gracias por pasarte por el blog :-)
      Siempre tiene que haber gente manitas como tú para equilibrar la existencia de gente nula en mecánica como yo. Saludos!!

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