jueves, 7 de mayo de 2015

¿Los ciclistas siempre sonríen?

La bicicleta se está poniendo (afortunadamente) de moda, y esperamos que para muchos años. Pero todos sabemos también que esto trae aparejadas ciertas consecuencias más cuestionables, aunque no por ello negativas. Entre ellas, la excesiva mercantilización de la bicicleta y del concepto de ciclismo urbano, y la aparición de una estética y un estilo de vida ligados a la bicicleta. Incluso existen ya diferentes "tribus urbanas" dentro del ciclismo, cada una con sus atributos diferenciables. Una cosa que tienen en común todas estas imágenes, reales y mentales, que circulan actualmente sobre el ciclismo urbano, es la felicidad y unas caras con unas sonrisas alucinantes. La bici nos hace muy felices y vamos todo el día con la sonrisa en los labios.


Más felices que perdices. Imagen aquí

Yo, cuando circulo por las calles de mi ciudad en mi bicicleta, a veces pienso "Joder, a ver si dejo de fruncir el ceño que se me va a marcar la arruga!" Si te parece una exageración, fíjate en las caras de los otros ciclistas con los que te cruzas: caras de esfuerzo, caras de pócker, caras de cada-uno-a-lo-suyo... Mi cara en concreto es de concentración, fruto de mi necesidad de estar atenta a todos los detalles que influyan en la circulación: peatones que vayan a cruzar apareciendo de repente entre dos coches; ese coche que llevas delante que de repente decide aparcar en ese huequito o cuando te toca señalizar que vas a frenar porque llevas un coche pisándote los talones... Hay que estar pendiente de mil detalles: cedas el paso y prioridades en cruces, señales de stop, semáforos y sus tiempos, que acabas sabiéndote de memoria, colocarte delante del autobús para que luego al girar no te haga el cierre mortal... esas cositas!! La mayor parte del tiempo debo tener el ceño fruncido, yo creo. También te muerdes el labio, la lengua o lo que haga cada uno cuando está concentrado. ¿No os pasa a vosotros? ¿Y esas caras de esfuerzo cuando ya no te da la vida ni las fuerzas...? Pero vaya, que cuando estuve en Ámsterdam la gente también iba en bicicleta con sus caras normales, prestando atención a la circulación, no como si les hubiera tocado el euromillones...

Yo lo que no puedo entender es a los ciclistas que van por la ciudad escuchando música por los auriculares a todo meter, y cantando o tarareando con una amplia sonrisa, como si supieran algo genial que los demás no sabemos. El efecto es decorativo, pero temo por su seguridad... No creo que estén prestando demasiada atención al tráfico, al ruido ambiente, o a los peatones, y eso me preocupa bastante.

Pero entonces, ¿qué pasa? ¿Los ciclistas tenemos que ir con mala cara por la vida? Te puede sorprender, pero es cierto, cuando vas en bicicleta por tu ciudad, no vas con la sonrisa profidén pintada en la cara el 100% del tiempo. Porque vas conduciendo, y eres el rival más débil de la carretera. Conviene concentrarse.

¡¡¡Pero sí que somos muy felices!!! Al parar en un semáforo, sonreímos si algo o alguien nos llaman la atención. Si te cruzas con algún ciclista que reconoces, puedes permitirte una décima de segundo para sonreirle y/o saludarle, hasta para charlar con él en el semáforo. Y puedes encontrarte con amigos o familiares, desmontar, darte unos abrazotes y tomarte un café o una caña. Al pasar por una calle, el olor del pan recién hecho, comida riquísima de una casa o un restaurante, o de las primeras chimeneas de leña encendidas, te arrancará una sonrisa. El momento en el que cruzas un parque o una zona en la que no tienes que estar tan pendiente del tráfico, puede convertirse en una delicia para los sentidos. Cuando llegas a tu casa te sientes el rey de la montaña, algunas cosas de tu vida pueden no ser perfectas, pero sabes que eres dueño de tu vida y tu felicidad la construyes tu.

La mejor sonrisa del ciclista no es probablemente la que esboza mientras va circulando, sino la que dedica a sus compañeros de trabajo cuando llega por las mañanas rebosante de energía, a sus amigos cuando llega a una cita, o a su familia cuando llega en bicicleta a recogerles al colegio. No te sientas mal si no vas sonriendo cuando montas en bicicleta!

Esto es todo por hoy, hasta pronto ciclistas!

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