Todos tenemos un pequeño espacio para objetos personales en nuestro lugar de trabajo (o incluso en nuestro centro de estudios o gimnasio). Los más afortunados tenemos un despacho, otros un cubículo, o una taquilla (y los muy muy afortunados... ¡incluso tienen duchas!). Cuando vas a trabajar en bicicleta, este lugar puede convertirse en el escondite secreto de los objetos más variopintos. Y estos objetos muchas veces pueden suponer la diferencia entre usar la bici todos los dias, o dejarte limitar por las supuestas dificultades.
Sirva como ejemplo esta foto (totalmente indigna y sin ningún tipo de pretension estética ni cuqui-filtros embellecedores), de uno de los cajones de mi despacho. Aquí podéis ver unas bailarinas (dentro hay un par de calcetines limpios, y lo que es más importante, secos), un secador de pelo, colonia, desodorante, gel higienizante para manos, cepillo y pasta dental, bálsamo labial, papelitos antibrillos para el cutis, protector solar factor 50 y un corrector en polvo. En realidad tengo muchas más cosas pero había que despejar un poco para que se viera algo :-). También tengo crema de manos, un peine, un espejo de mano, mi set de cubiertos de acero inoxidable, una bruma facial o agua termal en spray, productos de higiene femenina para urgencias... esas cosas.
Con esta imagen tan poco glamourosa quiero transmitir que se puede ir a trabajar en bicicleta y ser una persona normal al llegar a tu destino. Y que incluso te digan lo guapa que estás nada más llegar. Los pequeños inconvenientes que podamos sufrir, incluso los días más incómodos como aquellos en los que diluvia, se pueden solucionar con un poco de ingenio. Unos zapatos y calcetines secos te salvan de cualquier situación. Un secador de pelo elimina en un momento agua de lluvia y exceso de sudor, y evita que te enfríes. Un protector solar para aplicar en zonas críticas, protege tu piel los días de verano antes de volver a casa. Algo de maquillaje o elementos para retocar el que ya lleves, como los papeles antibrillos o un pintalabios... Un desodorante de refuerzo, y mejor si es en spray, para poder prestarlo a algún compi que lo necesite y no manchar la ropa. Llegarás muy bien, y si no llegas perfecto, tendrás elementos con los que sentirte estupendo en cinco minutos. Garantizado.
¿Qué haces, que aún no vas a trabajar en bici? Solo necesitas tu bicicleta, muchas ganas y un poquito de ingenio. Pronto, más trucos para conseguirlo :-)
Y vosotros, ¿qué hay en vuestros cajones secretos del trabajo?
Hecho en falta una toalla.
ResponderEliminarLa verdad es que tienes razón, podría ser de gran utilidad. Yo no la necesito, pero es un gran apunte para la lista! Muchas gracias por tu aportación!
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