jueves, 17 de abril de 2014

Os presento a Voltia, mi pequeña e-bike

Hace unas semanas os comentaba que las bicicletas eléctricas no son de nenas. Que cualquiera puede tener una y estar muy orgulloso de ser un ciclista urbano, ni más ni menos que los otros. Las bicicletas eléctricas consumen poco y ayudan a que más gente vaya en bici por tu ciudad, por lo que gracias a ellas el objetivo "masa crítica" está un poco más cerca. Hoy quiero presentaros a mi bicicleta eléctrica, con la que pedaleo por Madrid, hacia la guardería, al trabajo, y vuelta. Durante la locura #mibicisellama que lanzó @BiciYjazz, @amorencos la bautizó como Voltia, porque es eléctrica y sirve para dar voltios, en sus propias palabras. El nombre me encantó, así que se ha quedado con él. Algunos ya la conocen, algunos la habrán visto en ruta, pero no saben lo que he tenido que modificarla y customizarla para que se adaptase a mis necesidades. Os lo voy a contar un poco.

Esta es mi Voltia. ¿No es una monada?

Voltia es una Kettler twin confort eléctrica talla XS, con batería de ion-litio de 36v y 10amp y motor Panasonic integrado en el pedalier. Compré un modelo de pruebas de 2012, para ahorrarme un dinerillo. Es negra pero coincide que los accesorios (candado, silla portabebés) son negros y rojos, así que ha quedado bastante molona. Tiene cierres de seguridad en las ruedas, hinchador integrado y amortiguadores delanteros, además de luz delantera blanca intermitente y trasera roja. Pesa unos 23 kg y es una bicicleta pensada para pedalear erguido. La pata de cabra es muy robusta y venía con portaobjetos trasero integrado de manera muy convincente en cuanto a peso y estabilidad.

Lo primero que tuve que cambiar fue el sillín: no me llegaban los pies al suelo. El sillín de esta bici tiene unos amortiguadores brutales (por cierto, si después llevas a tu hijo detrás, tienes que poner unas fundas que recubran los muelles para que no se pille los deditos). Pero yo con el sillín original no tocaba el suelo. Al frenar para bajar, tenía que dar un saltito y tirarme, o inclinarme hacia un lado con todo el equipo y apoyar un pie. Esto no es problema si vas tú solo, pero si llevas un bebé detrás, resulta muy brusco, y desde mi punto de vista, pelín peligroso si no eres muy experto. Yo no quería arriesgarme, así que me cambiaron el sillín por uno muy cómodo y muy acolchado, pero que permitía ser bajado mucho más, para que yo llegase al suelo de puntillas estando sentada. Aunque mido 1,63 cm, mis piernas no son de top-model ¡que le voy a hacer! Con este sillín voy perfecta.

Además, hubo que cambiar el manillar, porque el original medía 75 cm de anchura, y yo sospechaba que me dificultaría bastante meter la bici en mi trabajo, en mi casa, salir con el crío ya montado por el portal... así que me pusieron un manillar infantil, sí, en serio. Creo que era de talla XS o XXS, y ponía claramente que era para niños. Por mi no hay problema, ahora mi bici es mucho menos ancha, creo que se quedó en 45-50 cm de anchura de manillar. Ahora es mucho más fácil maniobrar con ella en salida y destino, y tampoco hay que despreciar que estoy más tranquila también cuando me cruzo con otra bici en un carril-bici de doble dirección, en los que no sobra el espacio. De nuevo todo un acierto. Es muy pequeño, pero cabe todo: las empuñaduras de la Kettler con sus frenos, timbre, y display, y el soporte para cesta metálica: me pusieron una que había devuelto una chica. Esta cesta que tengo es muy básica pero cumple su función, ya veré si la cambio por otra en un futuro (por ejemplo, no me cabe una carpeta A4). Cuando llego al curro, como queda guardada en un interior, uso la cesta para dejar mi casco.

Lo último que hubo que hacer fue acoplar la silla del niño. Yo ya tenía una silla portabebés, que usaba en mi bici anterior, una Trek. Pues resulta que esta silla no se adaptaba a la parrilla trasera que llevaba la bici. Pero no me apetecía comprarme otra silla, la que tenía estaba nueva. Así que en la tienda decidieron ponerme una parrilla más grande atornillada sobre la original, quitando previamente la pinza portaobjetos, y pintarla de negro para que no desentonara. Así todo genial, además queda una especie de asa trasera que me resulta muy útil para maniobrar al guardar la bici, y que es perfecta, por ejemplo, para ponerte alguna luz extra. La silla que llevo aguanta hasta los 22 kg, así que me durará bastante, porque el peque ahora pesa 15. Después pondré otra de mayores para llevarle de paquete. La silla me sirve también para transportar y guardar su casco en destino: cuando le dejo en la guarde pongo el caso en su silla, boca arriba, y paso el cinturón por sus cinchas, queda totalmente asegurado.

Esta es una bici perfecta para mí, cubre todas mis necesidades y se adapta a mis capacidades, morfología y ritmo de vida. Estoy contentísima con ella. Y tú, ¿has encontrado tu bicicleta ideal?
Hasta pronto!

6 comentarios:

  1. Mi Brompton también es ideal, pero no para todo, claro, si tuviera trastero ya me habría hecho con una segunda bici, también ideal, de rueda grande y ancha con la que poder pisar tierra

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  2. Claro, no hay bici perfecta 100%... la mia por ejemplo sería un muerto en el cercanías o en el metro! Cada uno tiene que ver para que la va a usar! Gracias por pasarte y comentar!

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  3. Es genial esta bici. Como elencita yo también uso brompton, me encanta porque puedo meterla en el maletero del coche, en el trabajo, en el metro, autobus... Pero me gustaría hacerme con una de ruedas grandes, y eléctrica, que una va cumpliendo años y hago demasiados km para ir al trabajo. Me encanta saber cómo customizáis las bicis para adaptarlas a vuestras necesidades, siempre se aprenden cosas.

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  4. Gracias Elena! A mi la verdad es que me salva el día :-) y todo sin dejar de pedalear, claro, que es lo que mola. Pero me encantaría probar otras bicis también, jeje. Puedes mirar eléctricas plegables, algunas son muy ligeras, alrededor de 10 kg creo.
    Un abrazo!

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  5. La mía es muy parecida a la tuya (pedalear erguido, color negro, aspecto urbano), aunque sin motor (aunque en algunas cuestas arriba lo echo en falta ;) ).
    Tenía claro que quería una bici de aspecto urbano porque considero que lo que hago no es un deporte si no simplemente desplazarme sobre un objeto y tenía que gustarme (como me gustan unas zapatillas o la ropa que llevo).
    Quizá me arrepiento en que cuando la compré no me preocupé mucho en ver su peso y la verdad es que veo que pesa demasiado. Y con los dos mega candados que lleva pues aún más.
    Ya tiene varias cosas desajustadas así que la tendré que llevar en breve a que la miren. Pero muy contento con Juanita! :)

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  6. Gracias Alberto! Si, nuestro estilo es similar :-). Yo también me siento algo pesada a veces y empiezo a pensar en otras bicis más ligeras... si no fuera con paquete, sería otra cosa, claro. Quizá dentro de unos años...

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