jueves, 10 de diciembre de 2015

Lana, un material natural y amigo del ciclista

Hola amigos!! ¿Os dais cuenta de que los materiales técnicos de origen plástico llevan poco tiempo entre nosotros? Ahora, la licra y el poliéster son muy habituales en la indumentaria deportiva, y se han convertido en casi imprescindibles cuando hablamos de materiales impermeables, cortavientos, etc. Como ciclista urbano o ocasional, seguro que tienes una buena cantidad de plástico en tu armario. No quiero decir que esto sea malo. No podemos ir desnudos por el mundo, y de hecho, existen alternativas más sostenibles para este tipo de tejidos, como ocurre con las fibras textiles realizadas mediante el reciclaje de plásticos como el PET. En la actualidad el mundo textil es muy variado y cada vez hay más opciones para el consumidor preocupado. Hoy quiero romper una lanza a favor de la lana. Si eres vegano, quizá no quieras ni oir hablar de ella, y te entiendo. Pero en cualquier caso querrás saber que la lana de origen animal ha acompañado desde hace milenios al ser humano y le ha protegido del frío y de la humedad de manera eficiente, entre otros muchos usos. Los rudos pastores que guiaban a su ganado entre la niebla y la nieve vestían con lana y cuero, los bebés de antaño llevaban cobertores de pañal de lana, los admirables ciclistas de en torno a 1900 vestían maillots de lana.


1912, la lana era lo más :-) via Pinterest

La lana es una fibra natural de origen animal, que procede especialmente del ganado ovino, aunque también de otras especies como los auquénidos (llamas, alpacas y vicuñas). Los cápridos en cambio no tienen lana, sino pelo. Las calidades de lana van desde lo muy basto a lo más delicado y fino, como ocurre con la lana merina, el cashmere o el baby alpaca. De la lana se dice que es cálida y térmica, ideal para una primera capa sobre la piel, especialmente si hablamos de una fibra fina; que absorbe la humedad sin enfriarse; que es transpirable; antibacteriana (no necesitarás lavarla por un solo uso, tan sólo ventilarla); y ligeramente impermeable, más si periódicamente refrescas sus propiedades mediante un tratamiento con lanolina, la grasa natural de la lana (tutorial aquí, aplicado a pañales de tela, que nadie se asuste).

Todas estas fibras de diferentes orígenes consideradas genéricamente "lana" pueden después convertirse en tejidos mediante diversos ligamentos, como el simple tafetán, consiguiéndose un buen paño de lana, o por bien en tejidos de punto elástico obtenidos mediante diversas técnicas (mecánico, aguja, ganchillo...). De esta forma se pueden conseguir tejidos tan finos que resulta difícil diferenciarlos del algodón o la seda, si no se tiene un ojo experto, o por el contrario, tejidos gruesos y cubrientes, en los que el material y su origen natural son claramente los protagonistas. Si os gusta tejer, sabréis que hay un montón de lanas naturales con las que trabajar, y bastantes empresas que comercializan ovillos de producción ecológica, en sus colores naturales, o teñidos con tintes naturales también. Si no eres un tejedor muy experimentado o no tienes tanto tiempo cotidiano como tenía la gente hace 100 años, esta técnica es útil y viable para piezas pequeñas, como guantes, bufandas, calcetines (nivel experto) o incluso chaquetas. Si por el contrario os gusta coser, se puede adquirir buen género de lana, tanto en paño como en tejido de punto, lo que ahorra bastante trabajo.

En la actualidad, existe la posibilidad de adquirir prendas ya confeccionadas de buena lana de muchas maneras: en mercados de artesanía online, como Etsy; en mercadillos artesanos de tu ciudad (ojo a aquellos que comercialicen prendas procedentes de países como Perú, tendrás acceso a una lana de increíble calidad, a buen precio); en tiendas de grandes marcas, pero investiga bien las etiquetas para asegurarte de que no estás comprando un jersey acrílico; y en marcas menos conocidas, como por ejemplo, mi último descubrimiento, Howies, un pequeño fabricante de camisetas de algodón orgánico, ropa técnica para ciclismo urbano sin pretensiones, y excelentes prendas de lana merina. Normalmente ninguna buena prenda de lana es barata, ni siquiera las que te hagas tú mismo.

Un punto importante cuando comiences a incorporar prendas de lana a tu armario de ciclista urbano, es que tienes que tomar conciencia de que son prendas que necesitan cuidado y mimo. Sepáralas del resto de tu ropa, lávalas en el programa delicado o de lana/seda, a baja temperatura, con detergentes específicos, con el programa de menor tiempo posible y disminuyendo las revoluciones del centrifugado. Lávala también a mano, en agua fría, con un detergente específico, sin frotar entre tus manos. En la medida de lo posible, escúrrela en una toalla enrollada si la has lavado a mano o con poco centrifugado, y después tiéndela en plano para evitar que se deforme. Si todo te parece demasiado costoso, piensa que se trata de prendas de lujo, en las que has invertido cierto dinero, que te darán un excelente servicio durante muchos años. Si no sigues estos consejos es muy probable que la lana encoja e incluso se afieltre. Algo que puede ocurrir debido a la transpiración cálida y al rozamiento en la zona de las axilas, es que ocurra afieltramiento en esta zona de los jerseys. También ocurre con guantes de lana natural debido al sudor y roce con el manillar. Para arreglarlo en estos casos y en casos "lo he lavado como me ha dado la gana", prueba a remojar en agua muy fría y estirar con cuidado las fibras hasta volver a flexibilizarlas. Nadie dijo que tener prendas de lana fuera fácil :-)

La lana sigue siendo muy útil para ir en bicicleta
Imagen via Pinterest

Y vosotros ¿usáis prendas de lana con asiduidad al montar en bicicleta? ¿Conocíais sus propiedades? ¿Os animariáis a usarla más? Yo personalmente uso guantes (y unos mitones bien majos que me hice), cinta para las orejas (hecha por mí), bufandas, gorros (mi suegra me hizo uno con visera que cabe debajo del casco de la bici!) jerseys, calcetines, ponchos, e incluso tengo una camiseta interior de lana que es una gozada, y no pica nada de nada. Una vez asumes que es un material de lujo que merece cuidados, todo son ventajas.

Hasta la semana que viene! :-)

4 comentarios:

  1. La lana es uno de las grandes fibras que tenemos olvidadas, te felicito por la entrada.

    "...o no tienes tanto tiempo cotidiano como tenía la gente hace 100 años,..."
    Esto hay que especificarlo, en invierno había menos cosas podían hacer y las economías familiares no daban para mucho y se tenían que hacer sus prendas. Sólo hay que ver lo que podía poseer en propiedad una familia, unas mudas, unos jergones, una o dos camas, mantas, algunas sillas y mesas, y alguna cosa más heredada, a partir de ahí podían ser objetos casi de lujo. En los años 60-70 si que hubo un boum de las prendas de lana, en muchos casos propiciada por aquella moda del "hágaselo usted mismo" y en otras porque los excedentes (también empezamos a darle cera a la deuda) ya permitían tener tiempo para otras cosas que el ganar un mendrugo de pan.

    ;-)

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  2. Hola! muchas gracias por tu comentario y tu opinión, se agradece. A mi estos temas de la vida tradicional personalmente me encantan jeje. Sí, conozco el tema de los quehaceres cotidianos :-) En los 60 y 70 la lana volvió en parte por moda, pero no olvidemos que las amas de casa de entonces empezaron a disfrutar de sus primeros electrodomésticos. Algo que hizo furor entonces fue la tricotosa, una especie de telar doméstico para hacer prendas de punto en cantidades casi industriales. Las amas de casa se volvieron lo-cas con ella. Y en los ochenta volvió el macramé, las alfombras de nudos, la tapicería... siempre habrá revivals de las artesanías domésticas porque no se deben perder. y en cada época el revival se adapta a la moda del momento. Es genial!!
    Hasta pronto!

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  3. En los 70 muchos jerséis de "Lana" que hacían nuestras madres eran realmente de lanas acrílicas.
    Yo uso prendas de lana y no requieren tanto cuidado como se suele decir. Una de mis prendas habituales es la boina :)

    La ropa acrílica apesta, una camiseta que lleves una vez en la bici a las pocas horas empieza a oler. Las de lana no huelen porque no se crean bacterias en el tejido.

    Actualmente se confeccionan hilos de lana mucho más finos que antes y se hacen tejidos muy finos. Es cuestión de buscar y gastarse un poco de dinero en ropa que te va a durar más tiempo que la de "plástico".

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    1. Hola David muchas gracias por comentar, siento el retraso en ver tu aportación! Llevas mucha razón, la lana se mantiene libre de olores durante más tiempo, es una gozada. Yo estoy convencida, como tú, de que la inversión merece la pena. Bueno, y hacerse las cosas uno mismo o que te las haga alguien cercano también mola.
      Un saludo!

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